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Han pasado exactamente cinco días desde el mal episodio, y Dunk permaneció en los aposentos del Rey con los médicos que lo visitaban constantemente y los curanderos que cuidaban su rostro, y en cinco días ya estaba de nuevo como antes, tal vez incluso más hermoso según a Joong.

Su rey no lo dejó solo, se ocupó de los asuntos estatales y de la preparación de la expedición directamente desde el escritorio de su habitación con la ayuda de Pond. Mientras tanto, Nine continúa desesperado en sus aposentos y ante la mirada preocupada de su hijo que no puede entender por qué su pdre esta asì.

Por más comprensivo que Non intente ser con él, ha llegado al punto de agotamiento con ese chico. Pero quizás sea la última persona que pueda decir algo, porque él y Bright estaban destinados, y por lo tanto en ese palacio en ese momento era el solo Omega del Rey.

Eran Alfa y Omega tal como los había creado la Diosa.


El día de la partida ha llegado, y Dunk no está muy feliz, Joong le explicó en qué consistía y que estaría fuera por unos meses o tal vez un año y el dolor de la separación ya le duele, especialmente a su lobo y lo mismo también para Joong.

Dunk termina de ayudarlo a ponerse su ropa de batalla con una expresión nada feliz. Joong levanta su cara para poder ver sus ojos y le da un rápido beso en los labios.

-No te preocupes, regresaré victorioso y sin ningún rasguño.

-Lo prometes?

-Te lo prometo.-y le da otro beso.-Vamos, tengo que despedirme de mi padre.

Juntos, de la mano, se dirigen al harén, y cuando llegan todos los miran asombrados y envidiosos, excepto Chanikarn que sonríe feliz para su amigo. En las habitaciones de Non están todos esperando en fila y en orden de mayor estatus: Non a la cabeza, Phuwin junto a su padre, luego Nine con su hijo a su lado y por último Tee.

-Atención!- grita desde detrás de la puerta la voz de alguien que no es Lego.-Su Majestad el Rey.

Todos sonríen cuando entra, pero se sorprenden un poco al verlo con Dunk, quien según las reglas no puede estar allí, porque sigue siendo un simple esclavo que solo se ha ganado el favor del Rey.

-Padre.-le besa la mano y Non le acaricia la cara.

-Hijo mío, ten cuidado, aquí te esperamos.

-Gracias por todas tus bendiciones.-se acerca a Phuwin y es su hermano quien le besa la mano.

-Vuelve pronto con la victoria.-Phuwin sonríe

-Mi amado hermano, cuida de ti y de nuestro padre.-se mueve y se inclina para recoger a su hijo.-Hijo mío, no hagas berrinches y sigue las reglas. No hagas desesperar a tu padre, entiendes?

-Sí, padre. Te extrañaré mucho.

-Yo también, guerrero.-lo baja y sin mirar a Nine a la cara le dice.-Cuídalo.- y por último Tee.

-Que Buddha lo guíe con su sabiduría para una victoria sin horrores.

-Gracias Tee.-le acaricia el rostro.-Cuida de ti y de mi hermano, lo dejo en tus manos.

Se dirige hacia Dunk, quien ha estado parado cerca de la puerta todo el tiempo mirando hacia abajo avergonzado, todos los ojos están puestos en él y preguntándose por qué no lo echaron. Joong le agarra la cara y le toca la nariz con la suya y luego le da un beso. Non, Phuwin y Tee miran hacia otro lado avergonzados y sorprendidos por la falta de modestia que muestra el Rey. Nine, por su parte, no aparta la mirada y vuelve a llorar en silencio mirando a los dos amantes, mientras Marc parece curioso por la actitud de su padre Alfa.

Gloria nostraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora