11 SUSAN

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Mientras esperaba a Aarón investigue un poco más sobre métodos de tortura, no es que me considerara lo suficientemente valiente para hacerlo, pero algo en imaginarlo me devolvía un poco de la paz que me habían quitado.

Aún me dolía haberme enterado de que fui adoptada. No me puedo quejar las personas que lo hicieron, me dieron todo lo que las personas que me crearon no pudieron, o no quisieron. Aún no sé cómo sentirme con eso.

Si tan solo mis padres aún estuvieran aquí, les preguntaría tantas cosas y tal vez con eso entendería por qué siempre me sentí diferente. Incluso mi nombre nunca me gustó.

"Espera... aún no sabemos cuál fue el nombre que te dieron tus verdaderos padres"

—Tal vez ni siquiera me dieron uno. —Digo para mis adentros. Sacudo la cabeza porque me duele ir en esa dirección.

Me concentro en Aarón y en todo lo que me ha dicho. Claramente, sé qué hago está mal conmigo porque enterarme de su origen, que es muy similar al mío, no me molestó como debería. Me sorprendió, eso sí. Pero más que nada me intrigó. Me llenó de curiosidad por saber de ese mundo paralelo que siempre ha existido a mí al rededor.

"Ya decía yo que no podía ser tan simple"

Me río un poco y me empiezo a inquietar porque Aarón no regresa. Me dispongo a esperarlo y cuando tocan la puerta corro en dirección a ella sin confirmar quién está detrás.

No lo hubiera hecho.

—¿Alex? —miro para arriba al idiota que me molesto en mi primera cita con Aarón. —¿qué mierdas haces aquí? —exclamo e intento cerrarle la puerta en su nariz ya recuperada.

Cosa que no me deja hacer y aprovecha el movimiento para entrar en mi departamento.

—no huyas de mí, Susy. —como odio que me llame así Pongo los ojos en blanco. —¿ahora no tienes quien te defienda o sí? ¿Ya se cansó de ti ese tipo creído de la otra noche? —se ríe a carcajadas. Y como no con ese coño usado cualquiera se cansa.

—hijo de... —levanto mano para darle una cachetada, pero su mano llega antes a mi muñeca y me detiene. —auch me lastimas idiota. —me quejo intentando retroceder.

—y eso no es nada. Cuando termine contigo vas a estar rogando por dos cosas. Por misericordia o por la puta muerte. Puta mierda. —no lo reconozco, de verdad que no.

¿Qué pude haber hecho para molestarlo tanto? no soy la más bonita ni la de mejor cuerpo que ha tenido ¿como puede estar tan empeñado en reclamarme?

"Tal vez fue la forma en la que lo desechaste"

En estos momentos no estás ayudando conciencia.

—Alex vamos a tranquilizarnos, ¿por qué no hablamos como los dos adultos que somos? —pido con un tono de voz meloso, que ya no me gusta usar, pero que creo es la única forma de salir de esto. Es eso o que Aarón llegue pronto.

A una parte de mí no le gusta tener que depender de otros. Pero no puedo darme esos lujos ahora, no cuando he pasado por tanto, y cuando no me conozco ni a mí misma.

—parece que mi Puta chica buena ya está recordado a quien le pertenece, ¿no es así? —Alex se regocija con sus palabras y yo solo siento ganas de vomitar. Pero si tengo que fingir una última vez para salir de esto... mierda lo voy a hacer.

Suavizo mi mirada y dejo de poner resistencia, de hecho me acero un poco más a él contoneando mis caderas. Subo una de mis manos por su abdomen levemente marcado. Nada que ver con el cuerpo sólido de Aarón. Levanto la mirada y lo encuentro sonriendo maquiavélicamente. Se me revuelve el estómago porque me doy cuenta de que no tiene intenciones de hacer esto bonito.

Dulce NO tan Dulce (borrador terminado) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora