II. cannot be

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capitulo 2. no puede ser

Piper miró de arriba a abajo al hombre frente a ella, para después reírse

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Piper miró de arriba a abajo al hombre frente a ella, para después reírse.

—¿Qué le genera tanta gracia?—inquirió el hombre.

—El que seas tan malo para mentir—contestó ella.—Por dios, eres de nuestra edad, no puedes ser el profesor.

—Tomaré eso como un cumplido—respondió.—Pero ahora quiero que salgas de mi clase.

Ante las últimas palabras dichas por el supuesto profesor, Piper por primera vez cuestiono que el hombre frente a ella estuviera diciendo la verdad.

Dirigió la mirada a su nueva amiga; Rebecca, en forma de ayuda.

Piper sabía leer los labios así que supo que su amiga le había dicho, que efectivamente era el profesor.

Oh no... pensó

—¿Ahora saldrás de mi clase o te quedaras ahí parada?

—Y-yo lo siento mucho...

—¿Lo sientes?—dijo con sarcasmo.—Pues yo siento tantísimo tener que tener una alumna como tú—le dijo mirándola de arriba a abajo una vez más.

—Profesor...

—¿Ahora si lo soy?—inquirió él.

—Yo no sabía—alegó Piper.—Además le juro que no llegué tarde porque no quisiera venir... Olvide mi mochila en la cafetería y...

—No me importan las excusas que tengas.

—Profesor—habló Rebecca levantándose de su asiento.—Lo que dice mi compañera es cierto, ella y yo veníamos juntas y cuando estábamos a punto de entrar ella notó la ausencia de su mochila.

—Rebecca—pronunció él.—Creo que la señorita aquí presente es lo suficientemente mayor para defenderse sola.

Rebecca asintió y volvió a sentarse.

—Creo que he dado una orden, así que sal ahora de mi salón.

Piper soltó un suspiro cansino, para después asentir lentamente y salir del salón.

Decidió que lo mejor sería bajar al patio y tomar un poco de aire, así que eso hizo.

Cuando llego se sentó en una jardinera y comenzó a mover la pierna, desesperada.

El profesor era un idiota, no podía castigarle así. Perderse la primera clase del primer día en la universidad era totalmente horrible, y más para alguien como ella que la escuela lo era todo.

Decidió calmarse, así que sacó de su mochila un cuaderno donde tenía el guión de su película favorita y comenzo a leerlo, para poder distraerse Y lo hizo tanto, que no midió el tiempo, hasta que sonó el timbre y tiempo después Rebecca apareció a su lado.

teacher's pet, nicholas chavezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora