Por ese mismo motivo cuando los ángeles tomaron la decisión de cuál sería su guardián eligieron al más temido, el que no se doblega con nadie, el que no sentía temor pero tampoco amor. Un Ángel que sus alas eran tan negras como su corazón. Eliel sería el Ángel malhumorado encargado de proteger a Hope. Los primeros años Eliel estaba muy molesto que le hubieran dado a esa chiquilla para proteger, no hacía más que escarbar tierra y perseguir mariposas. Para él era muy aburrido ese trabajo y aprovechaba para leer, cosa que no se permitía allá arriba. Decían que tenían que tener el menos contacto posible con la raza humana, ya que ellos eran superiores. Eliel nunca lo vio así, por el contrario él consideraba que la raza humana era superior a los ángeles, eran los humanos los que vivían sabiendo que iban a morir, los que peleaban guerra, los que pasaban penumbras, los que podían elegir el camino de sus vidas. Contrario a los ángeles que su único fin era respetar a su padre y proteger humanos por toda la eternidad.
Cuando Hope cumplió los 10 años su padre la empezó a entrenar para la batalla que liberaría a su pueblo. Para Eliel era muy divertido ver a esa niña con los rizos largos color fuego intentar empuñar una espada, pero más sorprendente fue darse cuenta que él sonreía cuando veía que bloqueaba perfectamente a su padre, nunca había sonreído y comenzó a pensar que estaba pasando demasiado tiempo observando a los humanos.
Desde que Hope era chica se podía observar el fuerte espíritu que tenía y la increíble valía que adopta por proteger a los demás. Iba a ser una gran reina, eso todos lo sabían incluso Eliel, aunque no lo quisiera admitir. A la edad de los 20 años era que Hope iba a reclamar su trono, pero el día que cumplió 18 todo se vio arruinado cuando su tío, se enteró de la existencia de esa niña. No dudó en mandar a todo el ejército a que la matara. Prometió una gran recompensa a quien trajera su cabeza. A los pocos días el bosque se vio invadido de soldados, que antes habían jurado lealtad al padre de esa niña. Eliel desde un árbol observaba y sabía perfectamente que sólo podía intervenir en caso que la vida de Hope estuviera en riesgo, lo sabía, lo tenía claro. Pero cuando observó que estaban a punto de matar a la madre, vio la desesperación y la angustia en el rostro de Hope y de pronto toda esa angustia la sintió él al verla así.
Sin darse cuenta ya había abierto sus alas y se encontraba volando a salvar a la madre de esa chica, por algún motivo se prometió a sí mismo que mientras él estuviera allí no permitiría volver a ver esa expresión en el rostro de Hope. Al cabo de unos pocos minutos con la intervención de Eliel el ejército huyó. En el momento que sus ojos se encontraron supo que ya no había vuelta atrás, que no había forma de que se pudiera separar de ella. Los humanos sabían de la existencia de los ángeles guardianes, por lo que cuando Eliel contó el motivo por el que se encontraba allí, los padres de Hope rápidamente agarraron algunas cosas de la cabaña y los cuatro emprendieron un viaje lo más lejos posible. Los soldados iban a dar aviso de lo sucedido y cuando eso pasase el hermano del rey iba a mandar el Arsenal completo. Necesitaban más tiempo, Hope no estaba preparada todavía para la batalla. Se refugiaron en una casa abandonada al otro lado de las montañas.