¿Dónde está?

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Gala se despertó bruscamente alrededor de las 4 am, sintiendo un golpe de pánico en su pecho. Miró alrededor de la habitación, pero no vio a Karime en la cama. Su corazón comenzó a latir rápidamente mientras se sentaba en la cama, buscando desesperadamente a Karime.

"¿Dónde está?", pensó Gala, su mente llena de preocupación. "¿Se levantó para ir al baño? ¿O...?"

Gala se levantó de la cama y se dirigió al baño, pero no encontró a Karime allí. Se dirigió a la planta baja de la casa y luego miró en la cocina y se detuvo en seco al ver la escena que se desplegaba ante sus ojos.

La alacena estaba abierta, con botellas de vodka y whisky tiradas en el suelo. La mesa estaba cubierta de vasos vacíos y la habitación olía a alcohol.

Gala se sintió un golpe de miedo en el estómago. ¿Qué había pasado? ¿Karime había bebido?

Se dirigió a la sala de estar y encontró a Karime en el sofá, envuelta en una manta. Pero lo que vio la dejó sin aliento. Karime estaba borracha, con la botella de vodka vacía en el suelo junto a ella. Su rostro estaba cubierto de lágrimas y su cabello estaba despeinado.

Gala se sentó junto a Karime en el sofá, abrazándola con fuerza.

- Karime, ¿qué pasa?, - preguntó Gala, su voz llena de desesperación y preocupación. - ¿Por qué estás así?. - preguntaba asustada aún.

Karime se movió ligeramente, aún borracha.

- Nacha... Araceli... , - murmuró Karime. - Me odian... Me odio a mí misma... .

Gala se estrechó contra Karime, abrazándola con todo su ser.

- No te odian, Karime. - dijo Gala. - Te amo yo... y Bri, No te preocupes, estoy aquí para ti. - dijo nerviosa.

Karime se derrumbó en los brazos de Gala, llorando sin control. Gala la abrazó con fuerza, dejando que Karime se desahogara en su pecho.

Ambas se quedaron allí, abrazadas, llorando y riendo al mismo tiempo, sabiendo que nunca se dejarían sola.

Mientras Gala abrazaba a Karime, miró alrededor de la habitación y vio la destrucción que había causado la noche de Karime. La alacena abierta, las botellas tiradas, los vasos vacíos... Era como si Karime hubiera intentado ahogar sus penas en el alcohol.

Pero Gala sabía que no era solo eso. Karime estaba sufriendo, y Gala estaba allí para ayudarla a superar su dolor.

Gala miró a Karime con una mezcla de preocupación y amor. La noche de Karime había sido claramente difícil, y ahora estaba borracha y vulnerable.

- Karime, tenemos que meterte en la bañera, - dijo Gala, intentando sonar lo más suave y calmada posible. - Estás sucia y necesitas descansar.

Karime se negó, sacudiendo la cabeza con fuerza.

- No, - dijo Karime, su voz aún borracha. - No quiero bañarme. Quiero estar contigo.

Gala se sintió un poco nerviosa , pero intentó mantener la calma.

- Karime, por favor, - dijo Gala. - Necesitas limpiarte y descansar. Estás muy cansada.

Karime se acercó a Gala, su rostro cerca del de ella.

- No, - repitió Karime. - Quiero besarte.

Gala se sintió demasiado nerviosa, pero sabía que no podía permitir que Karime la besara en ese estado.

- Karime, no, - dijo Gala, su voz firme pero suave. - No puedes besar-me ahora. Estás borracha y no sabes lo que haces.

Karime se miró confundida, pero luego su rostro se iluminó con una sonrisa.

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