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En Auradon las cosas iban de mal en peor, Mal acababa de escaparse hacia la Isla. Al parecer, fingir por tanto tiempo era muy agotador, y terminó explotando. Evie encontró una carta de despedida en su habitación, junto con el anillo de Ben.
En este momento, la descendiente de la Reina Malvada caminaba a gran velocidad con dirección a la habitación de sus amigos.
— ¡Adelante! — Gritó Carlos desde su habitación. Cuando vio a su amiga en ese estado se levantó con preocupación. — ¿Estás bien?
— ¡No! — Respondió. — ¡Mal volvió a la Isla!
— ¿Que? — Jay se acercó.
— Si, Ben y yo iremos a buscarla.. — Dijo la peliazul. — ¿Vienen con nosotros? Mientras más seamos, mejor..
— Claro que si, nos vemos más tarde. — Se apresuró a decir el de pelo largo. — Salimos a la noche..
Evie asintió y salió de la habitación.
Pero cuando Carlos guardaba las cosas que probablemente necesitarían, recordó un par de ojos azules, esos que tanto le gustaba ver en su momento. Recordó como le había mentido y ahora trataba de reemplazarla con otra chica.
Carlos salió de sus pensamientos cuando una mano pasó frente a su rostro, levantó la mirada y allí se encontró con Jay. — ¿Que ocurre? — Preguntó el último.
