Capitulo 4

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¿Quien iba a pensar que al final acabaria enrollandome en el parking con Evan?

Separamos nuestras bocas por la falta de oxigeno y el las volvio a unir en un beso apasionado, hambriento y desesperado por saborear mi lengua, me puso las manos en la cadera y yo empece a recorrer su pecho con mis palmas.

Me puso las piernas en su cadera, apretándose contra mi cuerpo y haciéndome ver su imponente erección.

-Evan, para, para, para.....-dije sabiendo lo que iba a venir después.

-¿Que? ¿Porque?- dijo confuso y ¿entristecido?.

-Aqui no- dije sin aire en mis pulmones

El me regalo una de sus hermosas sonrisas, con un toque juguetón y pícaro.

Me dio un casto beso en los labios, pero en el momento en que sus labios tocaron los mios, se convirtio en un beso largo, muy largo. En cuanto separamos nuestras bocas me pregunto:

-Vamos a mi casa- me dijo con la respiración entrecortada.

No sabia si iba a ser una buena idea ir a su casa, no es que no lo quisiera hacer con el, pero en cierto sentido me ponia un poco nerviosa.

Subimos a un lujoso BMW negro para dirjirnos a su casa, el viaje estuvo lleno de suspiros y respiraciones agitadas por la intensa sesion de besos en el parking del club, no hablamos durante todo el viaje, yo me quede viendo el paisaje por la ventanilla y el en el volante, nos quedaban aun 5 minutos y lo vi de perfil, su nariz perfecta, sus largas pestañas, su pelo desordenado de esa manera que tanto me gusta, sus labios rosados y carnosos...

-Si sigues mirandome asi, no llegaremos a la puerta- dijo con la mandibula tensa y apretando el volante con tanta fuerza, que hasta sus nudillos se pusieron blancos.

Aparcamos el coche y cruzamos la puerta de su casa, era una casa enorme y lujosa, todo el salon estaba decorado en color vino y cafe, las paredes eran blancas y todos los muebles eran muy modernos.

Evan iba delante mia y yo deje mis cosas en el sofa, al verme quieta, Evan vino hacia mi con grandes zancadas y me dio un apasionado beso, nuestras leguas se juntaban y balanceaban mientras yo enrollaba mis piernas en su cadera, el tenia sus manos en la parte baja de mi espalda mientras que yo las tenia en su cuello.

Agarre su nuca para profundizar el beso y me aprete mas contra su duro pene a lo que el respondio con un gruñido primitivo, me llevo andando hasta el amplio sofa y el callo encima de mi pero apoyándose para no aplastarme, empezo a repartir besos humedos y calientes por mi cuello hasta mi oreja mordiendo mi lobulo.

-Lo necesito... Te necesito ya- dijo Evan en un suspiro por la falta de aire

Amor en un prostíbuloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora