𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐔𝐍𝐎

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—Mantén baja la mirada, sirve el almuerzo y luego márchate. No te quedes en la suite presidencial más de lo necesario. No entables conversación con el príncipe y, sobre todo, no intentes coquetear con él. El príncipe Minho tiene muy mala reputación con los hombres y mujeres ... Han Jisung, ¿me estás escuchando?

El asintió con la cabeza.

—Sí—consiguió decir—Te estoy escuchando. Krystal

—¿Qué he dicho?

—Has dicho... —con el cerebro embotado por la angustia y la falta de sueño, Han no recordaba una sola palabra — me has dicho que... no lo sé, lo siento.

-—¿Se puede saber qué te pasa? Normalmente eres serio y diligente, por eso te elegí para este trabajo.

Serio y diligente.

Dos defectos más para añadir a la lista de razones por las que Hyunjin lo había dejado.

—No debería tener que recordarte que hoy es un día muy importante para mí. Atender a un miembro de una casa real en el estadio Tokeham es algo que no hacemos todos los días, ¡Es el Torneo Continental! El campeonato de Rugby más importante del mundo. Si lo hacemos bien, nos lloverán los contratos y más trabajo para mí significa más trabajo para ti. Pero tienes que concentrarte, tienes que hacerlo bien

Una camarera alta y delgada se acercó entonces con una bandeja llena de copas vacías.

—Déjalo en paz. Su prometido rompió con el anoche y es un milagro que haya podido venir a trabajar. Yo no me hubiera levantado de la cama.

—¿Tu prometido ha roto contigo? —Exclamó Krystal—¿Eso es verdad, Han? ¿Por qué te ha dejado?

Porque era serio y diligente. Porque su pelo tenía el color de un anochecer y no el de un girasol. Porque su trasero era demasiado grande...

Contemplando la lista de razones. Jisung sintió que lo invadía una oleada de desesperación.

—Hyunjin ha conseguido el puesto de director de marketing y yo ya no pego con su nueva imagen.

Por el momento no había llorado y se sentía muy orgulloso de sí mismo. Orgulloso y un poco sorprendido. ¿Por qué no había llorado? El amaba a Hyunjin. Habían planeado un futuro juntos...

—A partir de ahora tiene que recibir a clientes y periodistas y... en fin, ahora tiene un Porsche y necesita una mujer o un hombre que haga juego con todo eso —Jisung se encogió de hombros, como quitándole importancia — Yo soy más bien un utilitario.

—Tú eres demasiado bueno para él, eso es lo que pasa —Somi, la camarera, hizo un gesto con la mano y las copas de la bandeja empezaron a temblar —es un hijo de.....

—¡Somi!— La interrumpió Krystal— Por favor, recuerda que tú eres el rostro de la empresa.

—Pues será mejor que me pagues unas inyecciones de botox para cuando me salgan arrugas por tener que atender a esos idiotas. El ex de Jisung y el rubio que se ha traído están bebiendo champán como si le hubieran hecho director de marketing de una de las cien empresas más importantes del país y no de una franquicia que vende comida para animales.

—¿Está con él? —Exclamó Jisung —Entonces yo no puedo subir ahí. El palco de Hyunjin está al lado de la suite presidencial y no quiero que todos sus colegas me miren con cara de pena... ¡ni verlo con ese hombre! No, me niego.

—Lo que tienes que hacer es buscarte otro novio lo antes posible. Lo bueno de los idiotas es que hay miles de ellos —Somi puso la bandeja en las manos de su jefa y tomó a Jisung del brazo— Respira profundamente. Mira, esto es lo que vamos a hacer: vas a entrar en la suite tranquilamente y vas a besar a ese príncipe. Si tienes que enamorarte de algún idiota, por lo menos que sea rico. Además, por lo que dicen, el príncipe besa de maravilla. Venga, vamos. Un beso con lengua... eso sí que dejaría a Hyunjin de piedra.

CAMARERO (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora