𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐒

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Como respuesta, le pasó los brazos alrededor del cuello. No sabía lo que estaba pasando y no sabía bien por qué lo hacía, pero sí sabía que no quería que parase.

—Quiero decir que nunca había hecho algo así en un sitio público.

El levantó una ceja.

—Estamos solos.

—Pero podría entrar cualquiera ¿Y qué pasaría entonces?

—Que sería detenido-bromeó Minho

—Ah... —al recordar con quién estaba tratando, Jisung se sintió intimidado por primera vez.

Por favor, por favor, que me siga besando

Cuando lo besaba, se olvidaba de todo y eso era lo que quería. Intuyendo, no sabía por qué, que aquel momento iba a cambiar su vida, lo miró a los ojos y él esbozó una sonrisa.

—Hablas mucho, mejillas. Bueno, ¿entonces qué? ¿Si o no?—le preguntó, apartando de su cara un mechon de cabello.

Estaba dejándolo elegir

Estaba diciéndole que si lo besaba otra vez, iba a llegar hasta el final.

—Si—musitó, sabiendo que tendría que pagar un precio, pero más que dispuesto pagarlo—Oh, sí, sí.

Si esperaba que su tembloroso asentimiento fuera recibido con un beso pero se llevó una desilusión.

—Si quieres ir más despacio —murmuró él— supongo que podría tomarme el postre que he dejado en la mesa.

Jisung dejó escapar un suspiro de frustración, pero al levantar la mirada vio un brillo divertido en los ojos oscuros.

—Está riéndose de mi— hizo un leve puchero

—Has sido tú quien quería ir despacio, cara mía

—Pues he cambiado de opinión

—¿Entonces por qué no me dices lo que quieres?

—Quiero que me vuelva a besar— "y que no pare"

—¿De verdad? —El príncipe inclinó a un lado la cabeza, sus largas pestañas ocultaron el brillo burlón de sus ojos—Se supone que no debes darme órdenes.

—¿Va a hacer que me detengan?

—Ah, eso no estaría mal. Podría ponerte unas esposas y atarte a mi cama hasta que me aburriese de ti

Su último pensamiento coherente fue: "por favor, que no se aburra"

Pero entonces, de repente, él príncipe lo levantó para sentarlo sobre la mesa. Jisung oyó un tintineo de copas, pero sólo cuando sintió las manos del mayor por dentro de su pantalon, se dio cuenta que Minho estaba cerca de su entrada

—Me encanta cuando usan esta clase de pantalones— con liguero murmuró, sus ojos brillaban de deseo mientras observaba su torso desnudo

No sabía en qué momento Minho le había desabotonado la camisa dejando su torso desnudo

La confianza de Jisung murió ante la descarada mirada e intentó tirar de su camisa para taparse.

—Krystal insiste en que nos lo pongamos... ¿podría dejar de mirarme de ese modo?

—No, no podría —contestó él, tomando sus manos para ponerlas alrededor de su cuello—Levanta un poco tu trasero

—¿Por qué?

—Porque quiero que esto—agarro el pantalón — desaparezca, me estorba

Particularmente sensible sobre ese tema. Jisung se puso tenso... para relajarse otra vez al darse cuenta de cuánto disfrutaba él de esa parte concreta de su anatomía.

CAMARERO (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora