De vuelta a casa...

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*Octubre, 2024*

El cálido firmamento comenzaba a cubrir la Reina de la Plata, iluminando en ese tono bermellón las paredes de aquel majestuoso edificio, colándose por los amplios ventanales que cubrían dicha estructura ubicada en una de las calles de la Ciudad Autónoma.

Con el rayo de sol iluminando su habitación, Lucía se encontraba en la comodidad de su cama disfrutando de la compañía forzada de su amada <<Clarita>> que se encontraba más que indignada por la ausencia de su madre por tanto tiempo.

—Vos sos careta —regañaba Lucía a la perrita—, decís que me extrañaste cuando estabas allá con todos, pero estoy aquí y no me paras bolas. —La perrita la miraba en silencio moviendo ligeramente la cola completamente desafanada—. Definitivamente no fue buena idea dejarte con el Rey de los Indignados porque vaya que le has aprendido muy bien —riñó.

La perrita giró la cara para mirar hacia otro lado, como si quisiera demostrarle que le daba lo mismo lo que su mamá opinara y que no le hablara mal de su papá porque eso la enfadaba más, a lo que Lucía inhaló profundo como tratando de seguir en su centro para conversar con ella.

—Vení, le voy a mostrar a todos cómo me has recibido de indiferente —señaló tomando su celular para acercarse y grabarla en pleno drama. Encendió la cámara y se colocó boca abajo en la cama junto a su hija perruna enfocándolas a ambas.

—¿Me extrañaste? —Le preguntó en la grabación y <<Clarita>> miraba hacia otra parte ignorándola totalmente—. Mmm... —Lu miraba a su hija perruna—. ¿Por qué mirás para otro lado? ¿Te ofendiste? —<<Clarita>> giró a recargar su cabecita en el rostro de su mamá—... porque ¿me fui? ¿eh?

Ella extendió su patita como incitándola a acariciarla como siempre cuando no estaba indignada con ella. —Awww... —le acarició la patita— ¿me extrañaste montón? —Dándole un besito—. Te extrañé un montón —confesó—, pero fuiste a pasear y fuiste con tus amigos ¿no?

<<Clarita>> no giraba a mirarla, por el contrario. —No mires para otro lado —pidió Lucía mientras la perrita se giraba para acurrucarse con ella—. Estás ofendida... —Haciendo caras mirando al video—. ¿Estás ofendida? —Cuestionó y <<Clarita>> se incorporó alejándose de ella una distancia considerable sobre la cama dándole prácticamente la espalda.

—Bueno... ok... —resignada— ¿qué vamos a hacer? —Irónica.

Sin embargo, la perrita se levantó más indignada de su sitio y se bajó de la cama ignorando a la rubia por completo, por lo que ella terminó el video y se levantó por igual a caminar hacia donde se dirigía su hija perruna.

—¿Es de verdad? —Cuestionó la rubia—. No podés ser así, me fui a ver a tu hermana Rocío y a atenderme con el doctor —explicaba como si la perrita fuera a comprenderla por eso, pero <<Clarita>> se negó por completo a darle cuerda y mejor se marchó hacia donde estaban sus juguetes en una clara indirecta de "no me hables".

Lucía comprendió que no daría su brazo a torcer. —Vos debiste ser hija de Joaquín y no mía... mirá que le sacaste el mismo carácter y lo sentidito que tené, es más, ¿no se pusieron de acuerdo? —Cuestionó con ironía—, porque al igual que vos, tu papá no me quiere ni tomar la llamada, bueno... ni al aeropuerto me fue a ver como otras veces, está en un plan que ni él se ha de aguantar —con enfado. La perrita siguió en lo suyo dándole la espalda por completo a Lucía—. Sos el colmo.

Decidió no decirle nada más y regresar a su habitación en silencio. Estaba claro que tanto su hija perruna como su amor se habían puesto de acuerdo para hacerle la Ley de Hielo a su regreso.

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⏰ Última actualización: Oct 23 ⏰

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