El rojo otoñal se pintaba en las ramas y las hojas de los árboles de las calles del fabuloso barrio de Belgrano. Ahí, en una de las tantas infraestructuras modernas, una trigueña enardecida caminaba sin cesar al interior de su departamento con un cúmulo de emociones desbordadas mientras observaba atónita el contenido de ese teléfono.
—¡Descarado! ¡Infeliz! ¡Imbécil! ¡Infiel! —Bramó colérica—. Pero la pendeja he sido yo... vos sos un pelotudo sin ambiciones y acomplejado —farfullaba al aire con coraje.
Y sí, al final, la rubia estaba en lo cierto. Ese hombre al que aludía, era un pobre imbécil acomplejado que, durante muchos años, había vivido bajo la sombra que ella le hacía, pues era innegable que pocos hombres, sino es que solo uno que, por demás estaba dicho que no era él, estaría a la altura de una mujer empoderada y talentosa como la argenta Lucía Galán.
La mujer se sentó por un momento, tomando su cabeza entre las manos, pasando la yema de sus dedos por sus sienes que palpitaban con fuerza. Se sentía la mujer más estúpida del planeta por vivir con culpa, cuando debería sentirse afortunada y dichosa de pagarle con la misma moneda, o quizá, con una mejor. Tantas veces intuyó que las cosas iban mal entre ellos... pero nunca reparó en observar si realmente ya estaban perdidas.
Analizó el video con detenimiento y estaba claro, ese hombre estaba besando de forma intensa y apasionada a la jovenzuela que tenía entre sus brazos. Una mujer que no pasaba de los veintitantos, con curvas bastante pronunciadas, un cuerpo tonificado y una piel firme... un abismo de diferencia entre ambas.
Repitió el video una vez más, de una forma masoquista. Mientras las imágenes se reproducían, sus dientes se apretaban entre sí en un rechinido casi imperceptible y un nudo se formaba en su garganta.
"Payaso, yo creí en ti y eras un fracaso
Un pobre infeliz que va de brazo en brazo
Riéndose de todos, riéndote de mí"
(Payaso, Pimpinela)
No entendía si era frustración, coraje, humillación, dolor o desengaño, pero ese video le estaba matando fibras del ego y le estaba generando una vorágine de sentimientos negativos en muchos sentidos, pues estaba claro que la relación estaba por llegar a su fin.
Después de varias semanas distanciados con una relación bastante ácida, llegaba la respuesta que tanto le había pedido al universo. Pablo estaba engañándola con una veinteañera y ella le había dado su lugar por años, quitándoselo al único hombre merecedor de su amor.
Flashback
2006
Lucía llevaba días encerrada en su departamento tomando una decisión que, una vez más, le cambiaría la vida por completo pues después de haber experimentado el ACV que la dejó con secuelas temporales, lo cierto era que se había replanteado muchas cosas.
Así que, después de varios momentos maravillosos llenos del amor más sincero y puro que había experimentado, había llegado el tiempo de renunciar a ello por el bien de ambos.
El cerrojo de la casa sonó y su corazón se aceleró con nerviosismo, pues había llegado el momento que tanto temía y anhelaba a la vez.
—Gachi, ya volví —se escuchó la voz del amor de su vida.
—Joa, estoy aquí en la sala —replicó con calma, la poca que aún le quedaba en el cuerpo.
Joaquín apareció sumamente guapo, oliendo delicioso, con el semblante relajado que lo caracterizaba, enfundado en una remera negra y un pantalón de mezclilla en azul claro. A sus 53 años era un hombre demasiado sexy y deseable.
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Capítulos Únicos - Pimpinela
FanfictionEste apartado de mi perfil será dedicado a Capítulos Únicos relacionados con el Dúo Pimpinela. Cada publicación es independiente y no son seriadas, salvo uno que otro que tendrá más de una parte y se indicará en el propio cap. Todo con respeto a la...