Pienso que si existiera un Dios, habría menos maldad en esta tierra. Creo que si el mal existe aquí abajo, entonces fue deseado así por Dios o está fuera de sus poderes evitarlo. Ahora, no puedo temer a un Dios que es o malicioso o débil. Lo reto sin miedo y me preocupan un comino sus rayos."
— Marqués de Sade
"Pinche burocracia de mierda" pensé al escuchar la tajante respuesta del oficial que me atendió en la fiscalía. "¿Qué mamadas son esas de que deben pasar 72 horas antes de empezar un proceso de búsqueda? ¿Y si le pasa algo en ese tiempo? Puta madre, y ni para quejarme, ese es el dichoso protocolo. Me lleva la chingada."
Los pensamientos que estaba teniendo eran de toda clase, menos agradables. Alice llevaba un día completo sin dar señales, no supe nada de ella desde el mediodía cuando me dijo que saldría de su casa, creo que camino a un evento de cosas paranormales, yo la alcanzaría en el lugar.
Siendo honesta, nunca entendí por completo su fascinación por eso, más allá del entretenimiento, para mí era igual que el gusto de ver películas de terror, pero para Alice era parte de su personalidad. Cuando la vi por primera vez creí que era solo una darketa linda y algo rara, pero conforme nos fuimos conociendo me di cuenta de que en verdad creía en esas cosas, fantasmas, espíritus, dioses antiguos, y cuanta presencia sobrenatural pueda ser nombrada. Y yo, bueno, tiene más o menos una década que no me paro en una iglesia. Después de ganar autonomía frente a mi núcleo familiar, me definí atea y nunca más volví a escuchar un sermón, persignarme o recibir la comunión. Alice era un extremo opuesto a mí, yo no creo en nada y ella decía "creer en todo, por si acaso". Muy centeniall de su parte, aunque en realidad solo eran cuatro años los que nos separaban, se notaba una diferencia generacional en cuanto a nuestras creencias.
Me dirigía a mi casa pensando en la tarde de mierda que había tenido, un sinfín de papeleo absurdo, y tampoco es que su familia me ayudara mucho. Su madre, más que entender, tuvo como primera reacción culparme por ser mala influencia, por no cuidar a su hija, por existir, básicamente, "Cómo me caga esta señora." Alicia Santana, mi Alice estaba perdida quien sabe dónde o con quién. No podían ponerme la excusa estúpida de "se peló con el novio" porque teóricamente yo soy "el novio." Ni cabía en mi mente la posibilidad de un engaño, ella no es esa persona. No, algo malo estaba pasando y nadie estaba dispuesto a hacer algo al respecto.
Lo primero y lo más lógico era publicar en redes sociales, alguien tendría que haberla visto, amigos, compañeros de escuela, familiares, quien sea que pudiera darme alguna señal. Lo segundo, aunque tampoco tenía muchas esperanzas en ello, era acudir a grupos de personas buscadoras. No era raro que alguien desapareciera, en especial siendo mujer." Maldita sea, esto es desesperante" pensé. Sin mucha esperanza entré en ese grupo de buscadores y escribí sobre Alice y su misteriosa desaparición. No esperaba respuesta, y menos una favorable, ya no me importaba, la publicación estaba hecha, y era todo lo que podía hacer.
Me fui a dormir aún con la impotencia sobre mis hombros "¿Realmente podía hacer algo?" pensé mientras me acostaba con pesar sobre el colchón que ahora se sentía menos que cómodo. Sabía que sería difícil descansar, pero quedarme despierta no resolvería nada. En esa noche donde el cansancio me consumía como fuego, deseaba que la oscuridad se llevara con ella la sensación amarga de la derrota, del hastío. Deseaba con todo mi ser que la ausencia de Alice fuera algo pasajero, que ella apareciera por su casa, o en mi cuarto, diciéndome que volvió, que todo está bien, que solo se perdió leyendo y olvidó revisar su teléfono, quería soñar con esa posibilidad, y más aún, deseaba que eso fuera real.
—Evelyn, aquí estoy
En mis oídos resonó fuerte y clara esa inconfundible voz.
—¿Alice? — Pregunté incrédula
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Querida Alice (one shot)
HorrorAlice en su búsqueda por lo desconocido se topó con las personas incorrectas, sin saberlo se adentró en lo más horrendo del corazón humano. Si Dios existe, entonces ha decidido ignorarme. Alice, mi amada, ha desaparecido sin dejar rastro. La policía...