Sonrisas escritas.

Pequeños soldados.

somos un ejército de personas

en un gran mundo de cosas pequeñas,

en el cual si no sigues las reglas la abnegación te perseguirá,

es una estructura difícil de seguir, de conseguir, físicamente te podrá, emocionalmente te destruirá, te hundirá hasta el punto de sentirte desolada. y ese es el momento en el que te sientes diferente al resto, como si tus actos no sumasen, y siempre hiciesen un cambio inverso. te sientes culpable, culpable de ser como eres, de ser la víctima de esta guerra, en la que los soldados te atacan por no llevar su uniforme, por no utilizar su lenguaje, por no seguir sus pasos, por el mero hecho de cámbiate de acera, de andar a tus anchas. lanzan una bomba; en forma de palabra, y te da directamente en el corazón. te apuntan con una pistola; en forma de dedo, y no, no para secar tus lágrimas, sino para hacerla salir, para herirte. y yo me pregunto ¿no es normal que haya tantas guerras? Nos quejamos del panorama que vemos en las noticias, pero nosotros mismos lo creamos.