Cap 1.- Primavera.

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Era un día común en la fábrica, y Lou, como líder, caminaba con paso firme por los pasillos llenos de máquinas y engranajes al aire libre.

Estaba acostumbrado a ser el centro de atención, y su ego, a pesar de ser el líder, sentía que aún no estaba lo suficientemente alimentado, que casualidad.

Llegó el momento.

La fábrica le había sugerido que era la oportunidad, necesitaba una compañera, alguien que lo apoyara en su rol, alguien que pudiera facilitarle las cosas cotidianas, pero no estaba convencido.

¿Qué necesidad había de alguien más cuando él era la estrella? No podía permitir que otro ser acaparara todo el foco de atención.

Con una sonrisa de superioridad, se acercó a un robot encargado de operar las máquinas el cual como todo el resto de robots se había enterado de la noticia, pero no sobre la parte en la que Lou ocultaba sus oscuras intenciones.

_Hazlo, pero hazlo mal. No quiero que sea perfecta_. Le susurró asegurándose de que no se pudiera escuchar nada. _ Que sea imperfecta, algo que ni la fábrica quiera. Ya sabes lo que quiero_.

El robot asintió, tomando sus instrucciones de manera mecánica, y Lou se dio media vuelta, seguro de que nada saldría bien.

Quizá el destino tenía otros planes para él?

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En la zona de fabricación, la máquina de ensamblaje comenzó la producción comenzó a formarse lentamente. La luz de la pantalla parpadeó, y aunque Lou había intentado sabotear el proceso, algo en la programación de la fábrica no permitió que el error sucediera. La muñeca fue creada con el cariño y la delicadeza que la máquina tenía para las tareas más sencillas.

Despertó, sin saber que su creación había sido parte de un intento fallido de sabotaje. Sus ojos heterocromáticos brillaron con curiosidad, y un suave suspiro salió de sus labios.

Miró a su alrededor, sin saber exactamente dónde estaba, solo sintiendo una extraña calidez. La fábrica, que alguna vez había sido un lugar frío y mecánico, le parecía un lugar lleno de posibilidades.

Avanzó, mirando su cuerpo por primera vez, notando la suavidad de su piel y la textura única de su cabello castaño oscuro. No entendía por qué se sentía diferente, pero sabía que algo la hacía especial. Como si todo en ella estuviera justo donde debía estar. La máquina que la había fabricado se apagó, ella caminó hacia el área donde las demás muñecas estaban reunidas.

Las otras muñecas, que se encontraban conversando en grupos pequeños, se callaron en cuanto Brissa entró. Había algo en ella que las hacía sentir incómodas, algo fuera de lo común. Algunas la miraron con una mezcla de sorpresa y desaprobación. La muñeca más cercana a ella, con su cabello perfectamente peinado y su actitud impecable, no pudo evitar susurrar en voz baja.

_. ¿Quién es ella? No tiene la apariencia perfecta como las demás_ dijo en tono bajo, pero lo suficiente como para que no pudiera oírlo.

Brissa sonrió dulcemente, no dijo nada. No sabía qué había de raro en ella, y no entendía el susurro que había escuchado. Sólo quería explorar sin pretensiones ni expectativas. La muñeca que la había hablado la miró de arriba a abajo, notando la suavidad de sus rasgos, su aire relajado, su simpleza. Algo en ella era tan... diferente. No estaba mal, pero definitivamente no era lo que esperaban de una compañera "perfecta".

Brissa se acercó al grupo y saludó a una de las muñecas con una sonrisa.
_.Hola, ¿cómo están? Mi nombre es Brissa_ dijo con calma, esperando una respuesta amistosa.

La otra muñeca la miró con una leve sonrisa, sus ojos parecían esconder una duda.

_. Un placer, supongo..._ respondió con algo de distancia, notando el pequeño lunar en la mejilla de la imperfecta_ Es... interesante cómo te ves_ Agregó, sin saber muy bien cómo continuar la conversación.

Detrás De La MáscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora