Cap 5.- honestidad?

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Lou se quedó solo en el salón principal de la fábrica, rodeado por los planos y herramientas que solían ser su refugio. Las palabras de esa falla provocada seguían resonando en su mente, como un eco que no lograba apagar.

"¿Tienes miedo de lo que significan?.. dame la oportunidad de demostrarte que es una pieza valiosa".

Caminó lentamente hacia la mesa, mirando los planos de los prototipos perfectos que había diseñado y fueron diseñados con el paso y el desarrollo de las época. Cada línea era precisa, cada detalle impecable. Perfección en su máxima expresión. Era su legado, su razón de ser. Y sin embargo, por primera vez, esa perfección se sentía incompleta, nadie aparte de él, sabía del resto.

Se sentó, apoyando los codos en la mesa y entrelazando las manos bajo su mentón. Sus ojos, normalmente llenos de orgullo y determinación, ahora mostraban un destello de duda.

_¿Qué somos realmente?_.

La idea de que los sentimientos pudieran ser importantes le parecía absurda... ¿o no? Había dedicado su existencia a erradicar cualquier cosa que considerara una imperfección, a mantener el orden y el control. Había sido líder, juez y modelo a seguir. Pero nunca se había detenido a pensar en lo que sentía él.

Miró alrededor del salón, tan impecable y ordenado como siempre. Todo tenía su lugar, su propósito. Pero, ¿y él? ¿Qué propósito tenía más allá de mantener esa perfección?

Un recuerdo fugaz cruzó su mente: él y Ox, mucho tiempo atrás, cuando todavía eran amigos. Recordó las risas, las conversaciones llenas de ideas. Recordó cómo, por un breve momento, había sentido algo más que orgullo. Algo más cálido. Algo que hacía mucho había dejado atrás.

Negó con la cabeza, enderezándose en su asiento.

_.Ridículo_ murmuró para sí mismo, tratando de sacudirse el pensamiento.

Se levantó de golpe, caminando hacia la ventana que daba al patio de la fábrica. Observó a los muñecos perfectos entrenando, siguiendo sus instrucciones al pie de la letra. Todo estaba en orden, tal como debía ser.

_.Los sentimientos no construyen nada_ se dijo, casi como un mantra _ No lideran, no crean éxito. Solo son distracciones. No necesito... no necesito nada de eso_.

Pero incluso mientras hablaba, había algo en su interior que no podía acallar del todo. Una pequeña, diminuta voz que le preguntaba: ¿Y si estuvieras equivocado?

Cerró los ojos con fuerza, como si pudiera apagar ese pensamiento. Dio media vuelta y regresó a la mesa, retomando uno de los planos.

Y, como siempre, se refugió en su trabajo, buscando en la perfección el escape que tanto necesitaba.

--

Casi dos días más tarde..

El sol se estaba poniendo en Perfección y la fábrica comenzaba a tornarse más tranquila. Los "UglyDolls" habían terminado su rutina de entrenamiento, pero no todos parecían tan entusiasmados con los logros del día. Brissa caminaba por los pasillos, con la mente llena de pensamientos sobre lo que había sucedido entre ella y Lou. Sabía que tenía que hacer algo, y aunque no tenía la intención de enfrentarse directamente a él, sí podía ayudar a que los nuevos compañeros comenzaran a cuestionar la situación de una forma más tranquila.

Al llegar al almacén, vio a Babo, Suertudo, UglyDog y Wage, los cuales estaban tirados sobre él suelo, exhaustos. Todos ellos tenían una expresión fatigada, casi derrotada, con los ojos mirando al suelo y sus cuerpos aún sucios de los entrenamientos intensivos que Lou les había impuesto.

Decidió acercarse a ellos con una sonrisa suave aprovechando que la puerta estaba abierta, sin presionar demasiado. Moxy no estaba allí, ya que había ido a hablar con Mandy, y Brissa pensó que era mejor no interrumpirla.

_¿Cómo va todo?_ preguntó con tono tranquilo, mirando a los cuatro muñecos que, por su actitud, claramente no estaban disfrutando de su tarea.

Wage fue la primera en levantar la vista, con una mueca cansada en su rostro.

_¿Todo bien? Claro, si a lo que te refieres es ser lanzado a la lavadora después de cada entrenamiento, todo va de maravilla_ dijo con sarcasmo, frotándose el hombro donde aún sentía el roce del ciclo de lavado.

Suertudo asintió, cruzando sus alas.

_Sí, la perfección parece exigir más y más. Cada vez que terminamos el entrenamiento, nos lanzan a la lavadora como si fuéramos trapos viejos. A veces pienso que Lou solo quiere tenernos como muñecos para su exhibición, no para... ¿Ayudarnos?_.

Babo soltó una pequeña risa, pero su voz reflejaba cansancio.

_Sí, claro, todo perfecto, todo en su lugar. Pero no me digas que no ves lo cansados que estamos. Nos manda a hacer todo a su manera, siempre con la misma excusa: 'La perfección está en el detalle'. Pero... ¿y nosotros? ¿No tenemos derecho a descansar?_.

UglyDog se sentó en el borde de una caja, mirando el techo con aire pensativo.

_.Lo peor es que ni siquiera podemos ensuciarnos un poco sin ser castigados. Nadie quiere ser perfecto todo el tiempo. A veces me siento como un robot que no tiene espacio para... simplemente ser_.

Brissa escuchó en silencio, asimilando las palabras de sus compañeros. Se sentó en una silla cerca de ellos, su tono suave pero firme.

_.No tienen que seguirlo todo el tiempo. Entiendo lo que dicen. La perfección no debería ser una prisión. Y Lou... Bueno, Lou está cegado por su propia idea de lo que es correcto. Pero tal vez podamos cambiar eso, ¿no?_.

Babo se acomodó en su asiento, mirándola con curiosidad.

_.¿Cambiarlo? ¿A Lou? ¿Cómo piensas hacer eso?_

Ella suspiró suavemente, mirando a los cuatro muñecos.

_.No puedo cambiar su forma de pensar de un día para otro. Pero lo que sí puedo hacer es empezar por ustedes. Si Lou ve que nos unimos para ser... nosotros mismos, tal vez él también se dé cuenta de que no todo tiene que ser perfecto. Que a veces los errores sirven para mejorar. Y que sentir es tan importante como ser... correcto_.

Suertudo asintió lentamente.

_.Eso suena bien, Brissa. Pero, ¿y si no lo entiende? Es el líder, después de todo. ¿Cómo vamos a convencerlo de que sentir es tan importante como ser 'perfectos'?_.

La pelicafe sonrió suavemente, mirando a cada uno de ellos.

_.No tienen que convencerlo de inmediato. Pero podemos empezar por ser más comprensibles_ se levantó, con una determinación renovada.

Con eso, los cuatro muñecos se levantaron también, comenzando a sentir una nueva chispa de esperanza.

Dio un último vistazo a ellos, antes de dirigirse hacia el patio de entrenamiento. Estaba lista para comenzar su misión, sabiendo que la verdadera perfección estaba en la autenticidad, en no tener miedo de ser quienes realmente eran.

Hasta que todo se..

Detrás De La MáscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora