𝐑𝐄𝐅𝐋𝐄𝐂𝐓𝐈𝐎𝐍𝐒 | nicholas chavez.

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Georgia y Nicholas se conocieron a una temprana edad, desde que estaban en segundo de primaria habían formado una bonita amistad, sin embargo, esta se comenzó a reforzar cuando ambos tenían al rededor de trece años, ambos compartían muchas cosas en común, como música, películas y libros.

Georgia era una chica demasiado libre, no hacía mucho caso a las reglas y no le preocupaban demasiado sus estudios, siempre pensó que eran un gasto de tiempo y que todo lo que veían en el colegio le parecía tonto, aunque por dentro le preocupaba su futuro un poco, no quería terminar como muchas mujeres en Estados Unidos, siendo strippers, vendiendo su cuerpo por una pequeña cantidad de dinero. Sus padres, sin embargo eran demasiado estrictos con ella, querían que terminara el colegio y escogiera una buena carrera para mantener el legado familiar.

Por otra parte, Nicholas era demasiado "freaky" como solía decirle Georgia. Su mayor preocupación era tener excelentes notas y ser un buen estudiante, cosa que hizo que a sus padres la relación tan cercana que tenía con la chica les preocupara, no querían que su hijo terminara siendo un bueno para nada por las malas mañas de la fémina, aunque los comentarios fuera de lugar de sus padres nunca le importaron, él adoraba a Georgia, era su mejor amiga.

Ambos siempre hablaban de sus futuros, cómo pensaban que iba a ser, en dónde estarían o con quién. A Nicholas le daba mucho miedo no ser quien anhelaba ser, temía fracasar, temía no tener una familia. Siempre que lo comentaban, se podía notar en su voz el estrés y la preocupación en su cara y tono de voz. En cambio Georgia, solo no quería terminar siendo stripper, quería tener su buen dinero y vivir cómoda con un trabajo que no le costará demasiado, así era ella, un alma libre de preocupaciones.

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19/05/16

Era un martes por la tarde, y el sol iluminaba el campo del colegio mientras terminaban la última clase. La ventana estaba abierta, dejando que el aire primaveral llenara el aula. Georgia, aburrida, miraba distraída al exterior mientras el profesor hablaba sobre algún conflicto histórico que no le interesaba en absoluto.

En un momento Nicholas sintió un pequeño golpecito en su brazo, al sentir el tacto contra su piel se giró suavemente intentando no llamar la atención del maestro —¿Qué?— preguntó en un susurro.

Georgia se acercó un poco a él intentando ser disimulada —¿Te queres venir conmigo las últimas dos horas?

El chico la miró con incredulidad, no le gustaba la idea de saltarse las clases, mucho menos dos horas seguidas, temía que sus padres lo descubrieran y prohibieran su amistad con Georgia, sin embargo él no podía negarse ante lo que le decía esta, por alguna razón no era capaz de rechazar sus propuestas. Georgia esbozó una pequeña sonrisa haciendo que Nicholas suspirará levemente —Está bien— la chica agrandó su sonrisa y abrazó el brazo de su amigo —Pero que sepas que si alguien se entera vos te haces responsable