¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El viento fresco me golpeaba la cara mientras me dirigía al parque de skate cercano a mi casa. Mi madre y mi padrastro ya estaban ocupados desempacando, y yo no podía esperar para deslizarme en mi patineta. Este nuevo lugar no era mi hogar, pero patinar me haría sentir en paz, al menos por un rato. Al llegar al parque, mis ojos se encontraron con una figura familiar: un chico con suéter de gato, paseando con una calma irritante. Era Miya Chinen.
Lo reconocí de inmediato, el patinador prodigio de Japón. No podía dejar pasar la oportunidad de hablarle, aunque algo en su mirada me advirtió que no sería sencillo.
Me acerqué, tratando de sonar casual: "¡Hey! ¿Te importa si me uno?" dije con una sonrisa.
Miya se detuvo, clavando su mirada fría en mí. "¿Y tú quién eres?" preguntó sin ningún rastro de interés.
"Soy nueva en la ciudad, acabo de mudarme" respondí, tratando de mantener mi sonrisa. "Me encanta patinar, pensé que sería divertido unirme."
Miya frunció el ceño y suspiró con fastidio. "Este no es un lugar para principiantes. ¿Sabes hacer algo más que pasear?"
Mi sonrisa se desvaneció un poco, pero no iba a dejar que me intimidara. "No soy una novata, créeme. Solo quiero patinar. ¿Tienes algún problema con eso?"
"Me da igual," dijo él, mirando hacia otro lado. "Haz lo que quieras, pero no te interpongas en mi camino." Dio media vuelta y se alejó, deslizándose con una facilidad impresionante.
Suspiré. "¿Siempre es así de agradable?" murmuró una chica que estaba sentada cerca, observando la escena. Me giré hacia ella y le sonreí.
"Supongo que no tiene muchos amigos," le respondí en broma, haciendo reír a la chica.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CHAU,CHAU!!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
