El Principio Del Final (Inspirado en Death)

1 1 0
                                    

La brisa fresca de la noche hacía bailar las ramas de los árboles alrededor del cementerio, mientras Mina caminaba lentamente entre las lápidas antiguas y cubiertas de musgo. Su vestido blanco se mecía suavemente con el viento, creando una imagen etérea y misteriosa en la penumbra.

Mina siempre había sentido una fascinación por la muerte y la inmortalidad. Desde pequeña se había preguntado qué sucedía después de que el cuerpo dejaba de funcionar, si realmente existía algo más allá de la vida terrenal. Ahora, en su adultez, había decidido sumergirse en una exploración lírica de estos temas, buscando respuestas en lugares sagrados como aquel cementerio centenario.

A medida que avanzaba entre las tumbas, Mina se detenía ocasionalmente para leer los nombres grabados en las lápidas y reflexionar sobre la brevedad de la existencia humana. La idea de la presencia continua más allá del final físico de la vida la obsesionaba, y sentía que debía encontrar alguna señal que confirmara sus creencias.

De repente, una voz susurrante la llamó desde la oscuridad. Mina se detuvo en seco y miró a su alrededor, buscando la fuente del misterioso sonido. No obstante, no había nadie más en el cementerio aparte de ella. Un escalofrío recorrió su espalda, pero decidió seguir adelante, sintiendo una extraña atracción hacia aquella voz enigmática.

Cada paso que daba la acercaba más a la fuente del susurro, hasta que finalmente llegó a una pequeña cripta cubierta de hiedra y enredaderas. La puerta de hierro oxidado estaba entreabierta, invitándola a entrar. Sin dudarlo, Mina empujó la puerta y se adentró en la oscuridad de la cripta.

El olor a humedad y polvo llenaba el aire, mientras Mina avanzaba con cautela entre los estrechos pasillos de la cripta. De repente, una luz tenue iluminó el camino frente a ella, revelando una figura etérea y luminosa que se materializaba lentamente en la penumbra.

¿Quién eres? preguntó Mina con voz temblorosa, sintiendo una mezcla de miedo y asombro ante la presencia que se erguía frente a ella.

La figura fantasmal sonrió suavemente y extendió una mano hacia Mina. Soy el guardián de este lugar, el vigilante de los secretos ocultos entre la vida y la muerte, respondió con una voz melodiosa y reconfortante.

Mina sintió una calidez reconfortante invadir su ser, y supo que debía confiar en aquel ser misterioso que se le presentaba. Sin decir nada más, el guardián la condujo por un laberinto de pasillos y cámaras sepulcrales, revelándole secretos ancestrales y conocimientos olvidados sobre la muerte y la inmortalidad.

A medida que exploraban los recodos más oscuros de la cripta, Mina se dio cuenta de que la vida y la muerte estaban intrínsecamente entrelazadas, formando un ciclo eterno de transformación y renovación. La presencia continua más allá del final físico de la vida era una verdad universal, una realidad compartida por todos los seres vivos en el universo.

Finalmente, el guardián la condujo a una cámara secreta oculta en lo más profundo de la cripta, donde una luz brillante y resplandeciente iluminaba un sarcófago de piedra decorado con símbolos antiguos. Sin decir una palabra, el guardián le indicó a Mina que se acercara al sarcófago y lo abriera.

Al hacerlo, Mina descubrió con asombro que en su interior yacía su propio reflejo, en un estado de paz y serenidad absoluto. Comprendió entonces que la inmortalidad no era la perpetuación del cuerpo físico, sino la trascendencia del espíritu más allá de las limitaciones terrenales.

Con lágrimas en los ojos, Mina se volvió hacia el guardián y le agradeció por guiarla en su búsqueda personal de respuestas sobre la muerte y la inmortalidad. El guardián sonrió y desapareció en un destello de luz, dejando a Mina sola en la cámara secreta, con el corazón rebosante de gratitud y esperanza por el futuro.

A partir de aquel momento, Mina supo que la presencia continua más allá del final físico de la vida era una realidad tangible y reconfortante, una verdad que la acompañaría en su viaje eterno por el universo. Y así, envuelta en una aura de misterio y magia, Mina abandonó la cripta y se adentró en la noche estrellada, lista para comenzar una nueva etapa en su camino de exploración lírica de la muerte y la inmortalidad.

ℙ𝕒𝕝𝕒𝕓𝕣𝕒𝕤: 708.

𝐇𝐨𝐥𝐚𝐚𝐚, 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐳𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐨𝐧𝐞-𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬, 𝟕𝟎𝟖 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚𝐬, 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐢𝐧𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐲 𝐲𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐯𝐚𝐛𝐚 𝐮𝐧𝐨𝐬 𝐝𝐢́𝐚𝐬 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐚.

- sᴛᴀʀsʜɪᴘs.

{ᴏɴᴇ-sʜᴏᴛs} {𝐏𝐨𝐫𝐭𝐚𝐥𝐬 𝐚𝐥𝐛𝐮𝐦 𝐢𝐧𝐬𝐩𝐢𝐫𝐚𝐭𝐢𝐨𝐧} {𝕄.𝕄}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora