3 ׂ 𐄹 bajo la luna

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Faye dejo a Yoko sobre su cama

⎯me duele la espalda, encerio, ¿Ese era tu plan? ¿Que te cargará toda la escalera sobre mi espalda?⎯

Dijo Faye mientras se tocaba la espalda, mientras Yoko solo soltó una risita.

⎯para mi fue cómodo..⎯

Respondió Yoko, para luego levantar medio cuerpo y mirar a Faye.

⎯¿Entonces dormirás conmigo?⎯   pregunto Yoko.

⎯supongo que si, quiero asegurarme que duermas bien⎯

Yoko sonrió al escuchar la respuesta, estaba realmente emocionada de que Faye durmiera con ella.

En un momento Faye se había puesto cómoda al lado de Yoko, mientras está la miraba y ponía una mano en el hombro de faye.

⎯eres muy pegadiza, ¿No tienes espacio personal?⎯

Dijo Faye mientras soltó un leve quejido.

⎯¿Te molesta que te abrace mientras dormimos?⎯

Pregunto Yoko, cuando alzó la mirada hacia Faye.

⎯ ... No⎯

⎯¿Como podría molestarme?, prefiero esto antes de sentirte lejos⎯

Respondió Faye, mientras acarició el cabezo de Yoko, tan suave.

Yoko sonrió y recostó su cabeza en el pecho de Faye.

Era una noche tan bonita y perfecta que hacía que las dos chicas se sentirán en paz.

Las dos chicas se acurrucaron en la cama, exhaustas después de un largo día. Yoko se recostó sobre Faye, su cabeza descansando sobre su pecho. Faye envolvió a Yoko con su brazo, atrayéndola hacia sí. Sus ojos se encontraron, y se miraron con intensidad, como si el tiempo se hubiera detenido. Yoko sonrió suavemente, y Faye respondió con una sonrisa igualmente tierna. Las manos de Yoko se deslizaron sobre el pecho de Faye, sintiendo su calor y su ritmo cardíaco. Faye acarició la mejilla de Yoko, su dedo pulgar trazando la curva de su sonrisa. Sin decir una palabra, se acercaron, sus labios casi tocándose. Finalmente, se besaron, un beso suave y profundo que parecía suspender el tiempo.

Yoko se sintió envuelta en la calidez de Faye, su beso transmitiendo una sensación de seguridad y amor. Faye profundizó el beso, su lengua acariciando suavemente la de Yoko. Las manos de Faye se deslizaron por la espalda de Yoko, atrayéndola hacia sí.

El mundo exterior se desvaneció, dejando solo el calor de sus cuerpos y el latir de sus corazones. El tiempo parecía haberse detenido, y solo existían ellas dos, perdidas en el abismo de su amor.

Yoko se separó un momento, mirando a Faye con ojos brillantes de emoción. Yoko sonrió, y Faye se inclinó de nuevo, besándola con una pasión renovada. Sus cuerpos se entrelazaron, moviéndose al unísono, como si fueran una sola entidad.

La habitación se sumió en la oscuridad, iluminada solo por la luna que se filtraba por la ventana. El silencio era total, roto solo por la respiración agitada de las dos chicas.

En ese momento, nada más importaba. Solo ellas dos, su amor y la conexión que las unía.

⎯yoko, ¿Estas segura de esto?⎯

Pregunto Faye, aunque realmente la duda también surgía de ella, aún con el deseo de continuar, quería saber si Yoko también sentía lo mismo.

⎯claro, claro que si⎯

Le respondió Yoko, con una sonrisa en el rostro que solo dejaba ver el deseo que nacía aquella noche, frente a la luna.

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