Capitulo 1

70 9 1
                                    

(Siempre me han gustado los fanfics con temática mafiosa asi que intente hacer algo parecido en este fanfic Dreamney)

El humo de los cigarrillos se mezclaba con el olor a licor añejo en la sala principal del casino. Las luces de neón parpadeaban, lanzando destellos violetas y rojos sobre las caras de los jugadores, pero todos sabían que esa noche no era una noche cualquiera. Algo grande estaba por suceder, algo que sacudiría el bajo mundo del crimen.

Disney, siempre impecable, se ajustó el traje negro a medida mientras bajaba las escaleras, observando a su alrededor con su mirada fría y calculadora. Era el rey de este mundo, el jefe de la organización más poderosa de la ciudad. Todo bajo su control brillaba como un cuento de hadas oscuro: perfecto y próspero, aunque la sangre que corría bajo la superficie de su imperio nunca se mencionara en voz alta.

“¿Sabes lo que dicen de los sueños, verdad?” murmuró una voz a su espalda.

Disney se tensó. No necesitaba voltearse para saber quién estaba ahí. Lo había sentido desde el momento en que entró en su territorio. DreamWorks. Con su estilo descuidado, su chaqueta de cuero gastada y esa sonrisa arrogante que lo volvía insoportable.

“Los sueños no tienen espacio en este mundo, Dream,” respondió Disney con frialdad, sin girarse. “Y mucho menos los tuyos.”

DreamWorks dejó escapar una risa seca mientras avanzaba hacia él, con pasos lentos y desafiantes. “Eso es lo que tú siempre dices, pero parece que esta ciudad empieza a pensar lo contrario. He oído que varios de tus socios están considerando cambiar de bando.”

Disney finalmente se dio la vuelta, su mandíbula apretada. Sus ojos azules, normalmente tranquilos, ahora brillaban con furia contenida. DreamWorks siempre había sido una espina en su costado, un enemigo que había surgido de la nada, tomando territorio que le pertenecía a él por derecho. Durante años, habían estado en una guerra silenciosa, donde cada golpe que daban era más calculado y despiadado que el anterior.

“Si crees que puedes arrebatarme esta ciudad, estás muy equivocado.” La voz de Disney era un susurro afilado, lleno de veneno.

DreamWorks se encogió de hombros, aparentemente relajado. “¿Arrebatarte la ciudad? No tengo prisa. Estoy disfrutando el espectáculo.” Se acercó aún más, casi invadiendo el espacio personal de Disney, desafiándolo con su sola presencia. “Además, es mucho más divertido cuando te veo tan… molesto.”

La tensión entre ellos era palpable, y ninguno de los dos hacía el más mínimo esfuerzo por ocultarla. Ambos sabían que su rivalidad no era solo una cuestión de territorio o poder. Había algo más, algo más profundo que ninguno de los dos estaba dispuesto a admitir.

Disney dio un paso hacia adelante, quedando a pocos centímetros de DreamWorks. El contraste entre ellos no podía ser más evidente. Mientras Disney desprendía control y perfección, DreamWorks era puro caos, como una tormenta a punto de desatarse.

“Estás jugando con fuego, Dream,” advirtió Disney, su voz baja pero peligrosa. “Y vas a quemarte.”

DreamWorks sonrió, esa sonrisa torcida que siempre hacía que Disney quisiera borrársela de un golpe. “Tal vez, pero el fuego me divierte. Tú, en cambio… pareces demasiado preocupado por mantener tu bonito castillo de cristal intacto.”

Un silencio incómodo se instaló entre ellos, mientras se miraban fijamente, ninguno dispuesto a retroceder. Durante años, se habían enfrentado en las sombras, sus hombres librando batallas sangrientas mientras ellos tiraban de los hilos desde las sombras. Pero ahora, las cosas habían cambiado. La tensión había alcanzado su punto máximo.

Esa noche, algo tenía que suceder.

Sin previo aviso, DreamWorks agarró a Disney por la solapa del traje y lo empujó contra la pared más cercana. El movimiento fue rápido y agresivo, pero Disney no se dejó intimidar. En lugar de luchar, lo desafió con la mirada, sus ojos llenos de rabia y algo más, algo que él no estaba listo para reconocer.

“¿Qué vas a hacer, Dream? ¿Matarnos a ambos aquí mismo?” escupió Disney, con el corazón latiendo con fuerza.

DreamWorks lo observó en silencio durante un largo segundo, su respiración agitada. Parecía debatirse internamente, pero en lugar de responder con palabras, lo hizo con algo inesperado. Antes de que Disney pudiera reaccionar, DreamWorks lo besó.

Fue un beso furioso, lleno de todo el odio, la rivalidad y la atracción reprimida que habían sentido durante años. Disney se quedó inmóvil al principio, pero su cuerpo reaccionó antes que su mente. Sin querer, se encontró devolviendo el beso con igual intensidad, como si fuera una batalla más que tenían que librar. Era salvaje y descontrolado, una descarga de todo lo que nunca habían dicho en sus enfrentamientos.

Cuando finalmente se separaron, ambos estaban respirando con dificultad, sus cuerpos tensos por la cercanía y la emoción del momento.

“Esto no cambia nada,” murmuró Disney, tratando de recuperar el control de su voz.

DreamWorks se echó hacia atrás, con una sonrisa satisfecha. “No, no cambia nada.” Se giró y comenzó a alejarse, dejando a Disney apoyado contra la pared, confundido y furioso consigo mismo.

Antes de desaparecer entre las sombras, DreamWorks se detuvo y miró a Disney una vez más. “Pero tal vez… algún día lo hará.”

Y con eso, se fue, dejándolo solo en medio de la oscuridad, preguntándose cómo habían llegado a ese punto y qué haría a partir de ahora.

¸.·✩·.¸¸.·¯⍣✩ Ⓔⓝⓣⓡⓔ Ⓢⓞⓜⓑⓡⓐⓢ ⓨ Ⓛⓤⓒⓔⓢ ✩ 🅓🅡🅔🅐🅜🅦🅞🅡🅚🅢 🅧 🅓🅘🅢🅝🅔🅨 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora