Estoy más solo que la Muerte, esa trabajadora incansable.
Que recolecta almas y las lleva a sus últimas moradas.
Y luego sigue su camino sin mirar atrás. Sin recuerdos ni remordimientos.
Estoy más frio que los cuerpos del Titanic. Los muertos que dejé atrás.
Hay mas silencio en mi cuerpo que en los campos de batalla luego de la balacera.
No tengo palabras, todas se me resbalan. Se escapan, me esquivan y se ríen.
De la torpeza de mis dedos, tratando de atrapar la arena del lenguaje.
Sentado este sillón de ruedas, lisiado de vocales y consonantes.
Imagino el mundo girar sin mi presencia, y me estremezco
Con la simpleza de ser tan prescindible. Tan poca cosa.
Me miro al espejo, cansado, anciano y demacrado.
Y el reflejo se desvanece como Dorian Gray en su retrato.
Entonces suspiro y llevo mis dedos a la sien.
A lo lejos, se escucha un disparo. Y ya nada más importa.
ESTÁS LEYENDO
UN ÚLTIMO ABRAZO (Poemas de la Pandemia)
PoetryLa mayoría de estas poesías fueron escritas en esta tragedia que nos atraviesa a todos llamada Pandemia. Cargan el miedo y la angustia de sentir que el fin puede estar más cerca que nunca, pero a la vez, la esperanza de los abrazos y los amores. Alg...
