Rosas marchitándose en mis manos, efímeras.
El dolor de saberse mortal, transitorio.
Sostener la pata de un perro moribundo.
Agradecerle toda la vida que te dio, todas las compañías.
Separarse por kilómetros y kilómetros
De una niña audaz y alegre. Que te llena los pulmones
Con cada risa y cada "te quiero".
Sacrificarse en altares lustrosos, y sangrar sonriendo.
Mirar hacia el horizonte, sabiendo que el pasado es un abismo.
Y la niebla cubre gran parte del sendero a tomar.
Tomarse de tu mano, por miedo a la oscuridad y a la soledad.
Y en cualquier rincón llorar sin que me vean. Aterrado.
Vidas efímeras, marchitándose en mis manos.
Letras que confiesan mi terror al presente y al futuro.
Lamiéndome las heridas como un lobo abandonado.
Buscando comida, sabiendo que voy a morir de hambre.
Y en la noche, la carretera se escucha aterradora y silenciosa.
Y un resplandor de la luna es toda la luz disponible.
Pero también cae la lluvia. Y lava mi cuerpo efímero y marchito.
Y las voces de los hijos de la noche resuenan en mis genes.
Mar del Plata, 23 de marzo de 2021
ESTÁS LEYENDO
UN ÚLTIMO ABRAZO (Poemas de la Pandemia)
PoesiaLa mayoría de estas poesías fueron escritas en esta tragedia que nos atraviesa a todos llamada Pandemia. Cargan el miedo y la angustia de sentir que el fin puede estar más cerca que nunca, pero a la vez, la esperanza de los abrazos y los amores. Alg...