Capítulo 4

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Desperté de golpe, con la respiración agitada, el eco de mis jadeos resonando en la habitación envuelta en penumbra. Otra vez esa pesadilla recurrente. Me incorporé lentamente, sentándome en el borde de la cama mientras mis manos frotaban mis sienes, tratando de ahuyentar la inquietud que aún me envolvía. A través de las ventanas, los primeros destellos del amanecer comenzaban a filtrarse, bañando la estancia con una luz tenue, pero ni siquiera esa suavidad lograba disipar el miedo que el sueño había dejado tras de sí.

Me levanté con prisa, sintiendo la urgencia de prepararme para el día. Hoy tenía una reunión con Valkyrios, y debíamos hablar de lo que ayer quedó sin decir. Aprovecharía también para ponerlo al tanto de la situación con Luthien. Sin embargo, aunque la ansiedad por saber más me invadía, no podía dejar de darle vueltas a lo que había mencionado Valkyrios. "no es casualidad, me dijeron que en cuanto te vea te diga". ¿Quién le había dicho que me diera tal información?

Mientras me vestía, mis pensamientos se dirigieron a la coronación que se avecinaba. En una semana, mi vida daría un giro dramático al convertirme en reina de un reino que nunca había sentido como mi hogar.

De repente, escuché el sonido de la puerta abriéndose lentamente. Sobresaltada, me acerque a la entrada de la habitación. Allí estaba Luthien, con un hermoso vestido de color amarillo claro. Aunque su rostro estaba habitualmente lleno tranquilidad, hoy mostraba una expresión de preocupación profunda. Estaba claro de que algo no estaba bien.

—¡Aelwen! —susurró, apenas audible, mientras se acercaba a mí rápidamente

—¿Luthien? ¿Qué sucede?

—Ven conmigo, arréglate luego. 

—Esta bien, pero rápido, tengo que estar lista en un par de minutos.

Luthien me tomo de la mano y me llevo a un lugar alejado de la habitación. Nos detuvimos frente a un antiguo cuadro en la pared. Con un movimiento rápido, lo deslizó hacia la derecha, revelando un pasaje oculto que se extendía en la oscuridad de las sombras.

—¿Qué es esto? Nunca supe de la existencia de esto.

—Pasemos, te explico dentro.

Al final del pasaje, nos encontramos con otra puerta. Cuando Luthien la abrió, me quedé sin aliento. Frente a mí se desplegaba un lugar lleno de vida, un pequeño jardín interior que parecía escondido del mundo exterior. Macetas rebosantes de plantas ocupaban cada rincón, creando una sensación de naturaleza desbordante. Los muebles de madera estaban decorados con delicados grabados de flores, y sus tonos suaves armonizaban con el entorno, llenando el espacio de una calma vibrante, sin resultar abrumador. Los colores eran perfectos, dándole al lugar un aire acogedor y lleno de vida.

—Aelwen... algo grave está sucediendo. Anoche me levanté para adorar la luna llena, pero terminé escuchando cosas inquietantes. Hay rumores peligrosos circulando por el reino, y los problemas parecen estar creciendo más rápido de lo que imaginamos.

—¿Quiénes difundían esos rumores?

—Aunque te cueste creerlo, eran los mismos guardias. Hablaban en susurros, pero alcancé a oírlos mencionar algo sobre una guerra. Sin embargo, eso no es lo más importante. Ayer, cuando fuiste al bosque... alguien te siguió. Te vieron hablando con Valkyrios.

—No entiendo, eso no puede ser. Durante todo el recorrido, no vi a ningún guardia ni noté nada sospechoso. Aunque si sentí que alguien me miraba. ¿Sabes si escucharon algo de la conversación?

—No creo que hayan escuchado nada, pero puedes estar segura de que papá te mandará a llamar hoy, tal vez en cuanto te vean.

—Bueno, supongo que ya no hay vuelta atrás. No puedo hacer nada al respecto. Por cierto... yo también tengo algo que decirte sobre Valkyrios.

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⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

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