RUBI VS AZTER
Segundo Combate: Rubi vs. Azter
La multitud guardó silencio al escuchar el anuncio del segundo combate. Los nombres de los luchadores aparecieron en la arena: Rubi, la "Cain de Balance", y Azter, el temido "Titiritero". Elix volaba sobre el domo, su risa burlona resonando entre los presentes.
Rubi fue la primera en entrar al campo, su apariencia humana engañaba a cualquiera que no conociera su historia. Su cabello se agitaba levemente por el viento, y aunque su rostro mostraba calma, los más observadores sabían que en ella habitaba algo oscuro, algo que la hacía inmune al miedo. Era la portadora del Dolor Humano, una fuerza abrumadora. Itami, su contraparte oscura, se mantenía latente, aguardando el momento de salir.
Al otro lado, emergiendo de las sombras, apareció Azter, su figura oscura apenas perceptible al fusionarse con la penumbra que lo rodeaba. Los hilos brillantes de sus muñecas se movían de manera casi hipnótica. Su presencia era sofocante, y aunque Rubi no podía sentir miedo, la tensión en la atmósfera era palpable. La marca negra en su frente parecía absorber la luz a su alrededor, haciendo que su rostro se viera aún más siniestro.
Elix, flotando sobre ellos, observó con satisfacción antes de levantar el micrófono una vez más:
"¡El Titiritero Azter y la Encarnación del Dolor, Rubi! ¡Qué espectáculo nos espera! Que comience la batalla... ahora."Inicio del Combate
Azter fue el primero en moverse, sus dedos sutilmente levantándose. Los hilos de plata serpenteaban por el aire como serpientes hacia Rubi. Con un destello de luz tenue, las sombras de la arena cobraron vida a su alrededor, transformándose en criaturas amorfas que avanzaban en su dirección.
Rubi, sin inmutarse, se lanzó al ataque, su velocidad impresionante la hacía parecer un borrón mientras se acercaba a Azter. Con un movimiento fluido, ella invocó su lanza de sangre oscura, una manifestación del dolor mismo. Su mirada fija en Azter, con la intención de atravesarlo con su ataque más letal.
Pero Azter era astuto. Al sentirla tan cerca, sonrió ligeramente y, con un sutil movimiento de sus dedos, los hilos plateados lograron enredarse alrededor de Rubi en el último segundo. La poderosa guerrera fue detenida en seco, su cuerpo sujeto por los hilos del control. La lanza tembló en su mano, incapaz de moverse hacia adelante.
"Veamos cuánto puedes soportar", murmuró Azter, mientras las sombras a su alrededor comenzaban a moverse, tomando forma de afiladas lanzas de oscuridad que apuntaban directamente a Rubi.
El Dolor Despierta
Rubi intentó liberarse, pero los hilos se apretaron con una fuerza imposible. Azter comenzó a proyectar visiones de horror en su mente, imágenes de desesperación, caos, y sufrimiento. Cualquier ser hubiera sucumbido al miedo y al dolor... pero no Rubi. Aunque su cuerpo temblaba por la fuerza de los hilos, su mirada se mantuvo firme, imperturbable ante las ilusiones.
Con un grito gutural, Itami se manifestó, su figura oscura y tenebrosa emergiendo del interior de Rubi. Su cabello oscuro flotaba en el aire, y con un gesto, hizo que la lanza se solidificara aún más. Rubi sentía cómo cada ápice de dolor aumentaba su poder, sus músculos ardiendo mientras los hilos comenzaban a debilitarse.
El titiritero no lo esperaba. Con un tirón desesperado, Rubi rompió los hilos, liberándose de su control y lanzándose nuevamente hacia Azter.
El Horizonte del Dolor
Azter intentó retroceder, envolviéndose en sombras para escapar, pero fue demasiado tarde. La lanza oscura de Rubi atravesó su pecho, y al instante, el vórtice del dolor se activó. Azter sintió, no solo el dolor de su propio cuerpo, sino el sufrimiento de miles, millones de seres, concentrado en un solo punto.