El primer capítulo: promesas y anzuelos

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Continuando con los pilares de la creación de novelas, en esta oportunidad les traigo consejos para hacer un primer capítulo llamativo.

También hablaré de las fórmulas para ahuyentar lectores, que son básicamente las que aplicamos todos los escritores cuando somos novatos.

Breve e intenso como el amor

El primer capítulo, especialmente el primer párrafo, es el más importante de toda la novela. Eliminen esa idea de que el inicio puede estar un poco flojo mientras después se ponga más interesante. No, no habrá después. Si no consiguen capturar a los lectores en las primeras líneas, de nada servirá que las siguientes páginas sean una obra maestra.

Además, debe ser corto e intenso, no más de dos mil palabras. Especialmente si hablamos de libros que serán publicados de forma digital, ya que los capítulos largos agotan la vista.

Cuando alguien busca algo para leer, se pone a hojear el inicio. Si termina rápido el primer capítulo, su cerebro envía al instante la notificación de: Me gustó tanto que ya devoré un capítulo en una sentada, debo continuar.

Caso contrario sucede cuando son muy largos y lentos: Ya me cansé, este inicio no termina más, parece que me está costando seguir.

Antes de continuar con consejos concretos y subjetivos, les cuento los tipos de inicio que nos permiten jugar con el tiempo y la estructura de nuestras narraciones.


El huevo, la vaca y el extremo

«Ab ovo», «In medias res» e «In extremis» son los términos en latín con los que se denominan tres puntos de partida distintos para una narración. Es decir, podemos comenzar nuestras novelas por el inicio, por el medio o por el final, dependiendo lo que necesite la trama.


AB OVO

«Ab ovo» significa «desde el huevo». En estos casos, la historia comienza desde el principio de los hechos, narrados en orden cronológico y lineal.

Es lo tradicional, ideal para cuentos clásicos. Los personajes están tranquilos en su casita o en su trabajo mostrando su vida cotidiana hasta que el conflicto irrumpe y los arrastra a la aventura.

En una novela policial sería comenzar con el detective desayunando tranquilo, tal vez discutiendo con su familia o leyendo alguna novela, mostrando cómo es su personalidad y aspecto en su día a día. Luego, recibe una llamada de que ha aparecido un cuerpo. Entonces, busca su equipo, se sube a su auto y conduce hacia la escena del crimen.

Ej.:

El gato saltó a la mesa e intentó robar un trozo de jamón que su humano había apartado para su sándwich.

—¡Deja eso, gato ingrato! —El hombre bajó al animal y terminó de prepararse su desayuno.

Mientras bebía su primera taza de café, se dispuso a continuar la novela romántica que le recomendó su colega. Ambos eran detectives de homicidios, así que cualquier distracción banal los salvaba de caer en el abismo de la locura.

Como si lo hubiera invocado, recibió la llamada de su estimado, a veces odiado cuando interrumpía su desayuno, amigo y compañero.

—¿En serio no puede esperar? —gruñó nada más contestar.

—Apareció un cuerpo en un callejón. No vas a creer cuánto se parece a ti —respondió su interlocutor—. Te envié la ubicación.

—Voy de inmediato. —Saltó de su asiento, que fue ocupado inmediatamente por el gato, y se lanzó a buscar su equipamiento.

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⏰ Última actualización: Oct 24 ⏰

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