Capitulo 3

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Harry Styles se encontraba en la iglesia, rodeado de un mar de flores blancas y el murmullo de familiares y amigos que tomaban asiento. La atmósfera era una mezcla de amor y nerviosismo, y Harry no podía evitar sentirse un poco fuera de lugar. En el altar, su padre, Dom Styles, estaba al teléfono, gesticulando con energía mientras discutía acaloradamente sobre las prenupciales.

Harry, sentado en la fila de adelante, se preguntó si esa era la forma en que se suponía que debía ser una boda. Observó cómo su padre movía las manos con dramatismo, como si estuviera en medio de una negociación internacional en lugar de en la celebración de su nuevo matrimonio.

—¡Pero si esa casa tiene goteras! —exclamó Dom, ignorando el hecho de que su hijo estaba presente.

Harry se sintió como un espectador en una obra de teatro, preguntándose si había algo de comedia en todo eso. Cuando su padre finalmente colgó, se acercó a él, luciendo ligeramente desaliñado, pero todavía con esa sonrisa que podía iluminar cualquier habitación.

—¿Quién te acompaña hoy, Harry? —preguntó, tratando de parecer casual.

Harry sonrió, recordando el alivio que siempre le traía la presencia de Louis.

—Louis será mi acompañante —dijo con una confianza que no sentía del todo.

Dom levantó una ceja, como si estuviera recordando viejas conversaciones.

—Siempre pensé que te casarías con Louis —dijo, su tono lleno de nostalgia.

Harry frunció el ceño.

—Papá, no estoy enamorado de Louis.

Dom lo miró con una mezcla de comprensión y diversión.

—Ya lo verás, hijo. A veces, el amor se presenta de maneras inesperadas además si tú no te quieres Louis será mi sexto matrimonio —respondió, y antes de que Harry pudiera replicar, volvió a la discusión con su abogado, ya que él no pensaba aceptar tener sexo únicamente una vez por semana, mientras su abogado tenía una expresión de "aquí vamos de nuevo".

Harry suspiró, sintiendo que esas palabras pesaban más que un anillo de compromiso. Mientras observaba a su padre, se preguntó si había algo más en su relación con Louis que aún no había entendido.

La ceremonia comenzó, y Harry se perdió en los pensamientos sobre su familia y el amor que parecía eludirlo. Justo cuando su mente comenzaba a divagar, sintió un pequeño pellizco en su brazo. Volteó y se encontró con Louis, que estaba parado a su lado con una sonrisa traviesa.

—¡Oye! ¿Qué haces aquí? Pensé que llegarías hasta la cena—preguntó Harry, tratando de contener una risa.

—¿Qué te digo? Hoy me levante con ganas de ayudar a miserables, No podía dejar que te hundieras en esta nube de amor —dijo Louis, haciendo un gesto dramático hacia el altar.

Harry se echó a reír, sintiendo que su tensión se disipaba. Louis siempre tenía la habilidad de hacerle sentir mejor, incluso en los momentos más incómodos. A medida que continuaba la ceremonia, Harry no podía evitar pensar en lo bien que se veía Louis con su traje. La luz del sol que entraba por las ventanas de la iglesia iluminaba su cabello de una manera que lo hacía parecer casi celestial.

—¿Qué? —preguntó Louis, notando que Harry lo miraba.

—Nada, solo... ¿Te has visto? —respondió Harry, sonriendo como un tonto.

Louis se encogió de hombros, sonriendo de vuelta.

—Tienes que aprender a dejar de mirar a los chicos guapos. Eso no va a hacerte ningún favor.

QUIERO ROBARME a el NOVIO. (LS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora