Junio de 1960, Wisconsin
Kim Seokjin leía las páginas de la revista, concentrado en retener la mayor cantidad de información. No era fácil adquirir nuevos libros, e incluso si hubiera logrado convencer al bibliotecario de la ciudad de que lo ayudara en su búsqueda, era raro que realmente pudiera llegar a sus manos.
Se apoyó en el tronco del árbol, tomando algunas notas mientras avanzaba por las páginas. Su pequeño huerto no era el lugar ideal para estudiar, pero no tenía demasiadas opciones, dado que toda la familia debía trabajar para ganar el sustento.
Como si fuese convocado por el pensamiento, su hermano Karl apareció frente a él. Seokjin ni siquiera lo oyó acercarse. Si lo hubiera hecho, podría haber encontrado otro escondite, pero ya era demasiado tarde. Karl ya lo había visto y se dirigía hacia donde estaba sentado.
—Jin, vamos —gritó— ¿Por qué no estás listo? El baile comienza en dos horas.
Suspiró mentalmente, pero logró reprimir una mueca. Sabía que era inútil pelear contra su hermano cuando tenía una idea en mente. Además, sus padres también incitaban a Jin a salir a bailar, con la esperanza de que encontrara a una chica simpática que le haría olvidar su sueño de convertirse en médico.
Recogió sus papeles y los introdujo en el libro, que rápidamente metió en su bolso. Se levantó y le lanzó una mirada tímida a su hermano. —Perdí la noción del tiempo.
Karl rodó los ojos con exasperación. —Siempre lo haces. —Envolvió un brazo pesado alrededor de los hombros de Jin, sacudiendo la cabeza—. ¿Qué harías sin mí?
Jin no reconoció esa pregunta. De todos sus hermanos, Karl era su favorito, y si quería ser perfectamente honesto, no era reacio a pasar algún tiempo con su hermano mayor. Había oído rumores inquietantes con respecto a la guerra de Vietnam, y temía lo que sucedería si su país decidiera involucrarse más.
Pero por esta noche, no quería pensar en eso. —¿Por qué estás tan emocionado de todos modos? —preguntó en su lugar—. No es que vaya a ser algo especial.
Karl se inclinó más cerca, con una amplia sonrisa en la cara. —Voy a preguntarle Jin, voy a pedirle a Peggy que se case conmigo.
Jin parpadeó sorprendido, no se esperaba eso. En verdad, no debería haberse sorprendido. Karl había estado viendo a Peggy durante los últimos años, y ellos hacían una buena pareja. Sin embargo, no había pensado que su hermano daría el siguiente paso tan pronto. —Estoy seguro de que ella dirá que sí —respondió, tratando de sonar alentador.
—Eso espero. —Karl respiró hondo, y se dio cuenta de que su hermano estaba realmente nervioso—. No estoy seguro de qué haré si después de todo no me quiere.
Jin sacudió la cabeza con asombro. —Bueno, vamos, es hora de averiguarlo.
A pesar de su falta de interés por los bailes, cumplió con todo lo que se esperaba de él. Se puso sus mejores ropas y luchó para domar su salvaje cabellera castaña con una cantidad moderada de éxito. Finalmente, una vez que estaba listo, se encontró con Karl, Louis y George en frente de su pequeña casa. Sus padres les habían concedido el uso del nuevo camión con el propósito de ir al baile, así que obviamente sabían lo que Karl tenía en mente también. Cuando subió al camión, Louis lo palmeó en la espalda con tanta fuerza que casi cayó hacia adelante. —Luces bien, hermanito, quién sabe, tal vez encuentres a una chica esta noche.
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Lone Wolf Pack4/Vhope
Fiksi PenggemarHace más de cincuenta años, Kim Seokjin y Kim Namjoon fueron dos extraños unidos por las circunstancias más desagradables. Eran dos hombres enamorados en un mundo que detestaba su afecto. Eran compañeros que nunca tuvieron la oportunidad de cumplir...