No crean fácilmente en lo que sea que se les ponga en frente, si llegan a creer...
Eso puedo llevar a consecuencias muy graves.
Historia completamente mía, se prohíbe adaptación alguna sin el permiso de la autora.
Íbamos caminando por el extenso bosque, nuestras linternas alumbrando el camino, Elea iba delante de mí, tuvimos que convencer a mi madre de que íbamos a una pijamada.
- Siento que cada vez el camino se hace más largo. - Digo mientras miró a la los lados.
- Ya pronto llegaremos.
Seguimos caminando hasta ver el árbol, nos detenemos y sacamos los silbatos. Hacemos la contraseña con los silbidos, logrando que se abra la puerta, y entramos.
-¿?
Estaba viendo los bosques de mi dulce hogar, o si se podría llamar así, hasta que la siento, siento su presencia, su perfume. Los sigo hasta que la veo caminando hacia Grindetour, junto a su amiga. Sonrió y las sigo desde la oscuridad.
Veo como abren la puerta y entro después de ellas, siempre hay que ser caballeroso, aunque las damas no puedan verte, ni sentirte de hecho.
Bajó las escaleras y veo como ellas se acercan a los Mufenders, y ellos las reciben. Les dan los amuletos y ellas se adentran hacia la cueva. Ahí está Mordys quien las abraza con mucho afecto.
-Everest.
Mordys nos recibe con emoción, llevábamos una semana sin venir, luego nos encaminamos hacia los pequeños estantes y agarramos los libros necesarios y los ponemos encima de las mesas.
Estoy sintiendo de nuevo esa presencia, es muy pesada, se siente en las vibraciones de este lugar o cuando estoy en la escuela. No sé cómo describirlo, como si me mirarán.
Volteo a los lados buscando a quién me podría estar mirando, sin éxito, suspiró y vuelvo a prestar atención al libro.
—¿Everest? — Es esa voz que tanto conozco.
— Ya se había tardado. — Elea ríe y se acerca a mí. — Cuánto te vayas búscame.
Asiento y empiezo a subir las escaleras de camino a su "oficina". Tocó lo puerta la cual se abre y puedo verlo sentado en su imponente silla.
Camino adentro sin miedo y me detengo justo enfrente de el.
— Hola, pequeña... — Me mira a través de sus lentes.
— Hola... — Le sonrió.
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¡Hola! Aquí les dejo un capítulo, les debía uno después de tardar tanto.
Sinceramente me encanta esta historia, y como estoy trabajando en ella. Espero lo disfruten tanto como yo.
