Dos semanas después del encuentro en la cafetería, Charles se encuentra en la pista, listo para una nueva temporada. Se sienta en su monoplaza, su respiración profunda tratando de calmar la mezcla de adrenalina y concentración que lo invade. A través de los auriculares, la voz de su jefe de equipo llega firme y confiada.
-¿Estás listo, Charles?
Charles, con los ojos puestos en la pista y el pulso acelerado, responde sin vacilar:
-Sí, listo.
-Entonces, buena suerte. Todo saldrá bien -le asegura su jefe, y Charles asiente, cerrando el puño.
La multitud ruge su nombre, y el estruendo de los motores llena el ambiente de pura emoción. Charles toma una última respiración mientras los monoplazas avanzan hacia sus posiciones de salida. En las cabinas de comentaristas, las voces llenas de entusiasmo llenan la transmisión.
-¡Los primeros tres en la parrilla son Charles en primer lugar, seguido de Lando y Carlos en tercer lugar! -anuncia el comentarista, y las luces rojas se encienden una a una, marcando el inicio de la espera.
Charles se concentra, bloqueando cualquier distracción, incluso el eco de pensamientos que trata de dejar atrás. La última luz roja se apaga, y el verde llena la pista.
-¡Comienza la carrera, señoras y señores!
Charles arranca con velocidad, defendiendo el primer lugar mientras Lando lo sigue de cerca, al igual que el año pasado, cuando perdió en el último instante. Esta vez, sin embargo, la historia es distinta. Charles mantiene su posición con una precisión feroz, decidido a no repetir la historia.
En la vuelta 30, Carlos adelanta a Lando, tomando el segundo lugar y presionando a Charles. Cada curva y cada recta son una batalla constante. Charles ejecuta su estrategia con frialdad, mientras la multitud observa en vilo. En la vuelta 60, Lando recupera terreno y vuelve a adelantar a Carlos, quedando en segundo. Con solo ocho vueltas restantes, Charles sigue liderando, su conducción impecable, su concentración inquebrantable.
Finalmente, en la vuelta 78, Charles cruza la línea de meta en primer lugar. La multitud estalla en vítores, su nombre se escucha desde cada rincón del circuito. Lando y Carlos completan el podio, y los tres se abrazan entre risas y champán, celebrando un comienzo de temporada perfecto.
Luego, Charles baja del podio para atender a la prensa, aún empapado de champán. Entre los flashes y la multitud de periodistas, ve a Migue en la distancia. Aunque llevan días sin hablar, el corazón de Charles da un vuelco. Sin saber muy bien por qué, camina hacia él. Migue lo observa con una mezcla de profesionalismo y cautela, aunque sus ojos no pueden ocultar del todo lo que siente.
-¡Felicidades por tu desempeño, Charles! -le dice Migue, esforzándose en sonar neutral.
Charles le devuelve una sonrisa breve y, como de costumbre, lleva la mano a un collar con un pequeño sol dorado que cuelga de su cuello. Con un gesto casi instintivo, besa el amuleto, sin apartar la mirada de Migue.
-Gracias... es que tengo mi amuleto de la suerte -dice Charles, y por un instante la distancia entre ellos parece desvanecerse.
Migue siente cómo su corazón se acelera al ver el collar que él mismo le había dado, el símbolo de un vínculo que aún persiste. Traga con fuerza, intentando no dejar entrever sus emociones.
-Qué bien... felicidades por una victoria tan merecida -dice, tratando de sonar indiferente, aunque el temblor en su voz lo delata.
Charles asiente y se despide, perdiéndose entre la multitud de periodistas. Migue lo sigue con la mirada, sintiendo una mezcla de orgullo y felicidad al saber que Charles lleva ese collar que simboliza tanto. Sabe que no pueden estar juntos, pero en el fondo sonríe, consolado por la idea de que algo de él sigue acompañando a Charles en cada carrera.
Luego de la emotiva entrevista con Charles, Migue se da vuelta y ve acercarse a Lando, quien, sin dudarlo, le dedica una sonrisa amistosa. Migue retoma su rol profesional y, sosteniendo el micrófono, le hace la primera pregunta.
-Hoy has tenido una buena actuación, Lando. Lástima que no lograste ese primer lugar. ¿Cómo te sientes al respecto?
Lando responde con un gesto de satisfacción.
-Sí, tuve un buen ritmo al inicio. La pelea con Charles fue intensa, pero después, cuando él logró adelantarse, fue difícil alcanzarlo. La competencia con Carlos por el segundo puesto también fue dura, pero estoy feliz con el resultado. Este es solo el comienzo de la temporada, así que tengo mucho por dar.
-Muy bien, Lando. Felicidades por el podio. -Migue sonríe y asiente, cerrando la entrevista.
A lo largo del día, Migue continúa haciendo su trabajo con la mayor profesionalidad posible, entrevistando a otros pilotos y miembros de los equipos. Aunque se mantiene enfocado, no puede evitar que algunos recuerdos le invadan entre preguntas y respuestas. Se recuerda al lado de Charles, antes de que sus caminos se separaran.
A lo lejos, Charles observa cada movimiento de Migue. En medio de la euforia de la victoria y las cámaras que lo rodean, sus ojos encuentran a Migue, y algo dentro de él se siente en paz. Es feliz de verlo, de saber que aún comparte de alguna manera su mundo, aunque ya no esté a su lado como antes.
Charles sonríe en silencio, entendiendo que hay sentimientos que permanecen, incluso cuando las circunstancias cambian.
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Amor En La Última Vuelta
RomanceEn esta emocionante secuela de "Amor, Velocidad y Adrenalina," Migue y Charles regresan para enfrentar un nuevo capítulo en sus vidas. Ahora con 22 y 26 años, respectivamente, ambos han crecido y evolucionado, tanto en lo personal como en lo profesi...