CAPITULO 3

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NARRA SASHA

En Territorio Desconocido

Cuando la nave aterrizó en Tokio, sentí una oleada de alivio mezclada con tensión. No era la primera vez que estaba en territorio extranjero para una misión, pero sabía que esta sería diferente. Los hermanos Stroessner y Marshall eran un tipo de presa que no se capturaba fácilmente, y Tokio, con su vasta extensión y calles llenas de vida, sería su campo de juego perfecto. Sabíamos que se estaban moviendo por aquí, pero desconocíamos exactamente cuándo y cómo actuarían.

Jashila y yo bajamos de la nave con el resto del equipo. El aire fresco de la ciudad nos golpeó el rostro, pero no me relajaba. Había demasiado en juego. El hotel donde nos hospedaríamos estaba ubicado en una zona estratégica, desde donde podríamos monitorear movimientos clave sin levantar sospechas.

-Tenemos unos días para prepararnos y ajustar los detalles -dijo Jashila mientras nos subíamos a una camioneta que nos llevaría al hotel-. Pero lo que más me preocupa es que ellos puedan enterarse de nuestra presencia.

Asentí. Sabía que era posible que alguien del equipo de infiltración les hubiera filtrado información. Había demasiadas variables en juego, y aunque confiaba en mis habilidades, no podía sacudirme la sensación de que algo no iba bien.

Cuando llegamos al hotel, nos instalamos rápidamente. La habitación que compartía con Jashila estaba en el quinto piso, con vista a la ciudad. Me acerqué a la ventana y contemplé las luces de Tokio, tratando de imaginar cómo se desarrollaría todo. Los gemelos eran impredecibles, y si había algo que detestaba, era no poder prever cada movimiento de mis enemigos.

-¿Estás bien, Sasha? -preguntó Jashila mientras colocaba sus armas y equipos en la mesa.

-Lo estaré cuando los tengamos bajo custodia -respondí, tratando de sonar más segura de lo que me sentía.

Sabía que esta misión no era solo una oportunidad profesional. Para mí, capturar a los hermanos Stroessner era algo personal. Ellos representaban todo lo que estaba mal en el mundo del crimen, y si lograba atraparlos, demostraría que podía enfrentarlo todo, que podía sobreponerme incluso a las traiciones más cercanas, como la de Ian.

Me dejé caer en la cama, el cansancio empezando a hacer mella en mi cuerpo. Pero mi mente no dejaba de trabajar. Sabía que pronto recibiríamos más información sobre su paradero, y cuando lo hiciéramos, tendríamos que actuar rápidamente. Me permití unos minutos para cerrar los ojos, tratando de acallar los pensamientos que se agolpaban en mi mente.

Justo cuando estaba a punto de dormirme, mi teléfono vibró. Era un mensaje de Víctor, uno de los Agentes e infiltrados del equipo de inteligencia. Decía que había recibido una pista importante sobre los movimientos de los hermanos. Me incorporé de inmediato, el sueño olvidado. Sabía que este mensaje era clave, y si era lo que esperaba, estábamos a punto de dar un gran paso.

-Jashila -dije mientras me levantaba-. Tenemos algo. Es hora de movernos.

Sabía que en unas pocas horas, podríamos estar enfrentando el comienzo del fin. O, quizás, cayendo en la trampa más peligrosa que jamás había enfrentado.
Jashila y yo decidimos tomarnos un momento para relajarnos. Habíamos trabajado sin descanso durante días, y aunque teníamos la presión de la misión, necesitábamos un respiro. Bajamos a la piscina del hotel, donde el ambiente era tranquilo y el murmullo del agua ofrecía una extraña paz. Me quité las botas y me sumergí hasta los tobillos, disfrutando del contraste entre el agua fría y el calor de Tokio.

-No podemos dejar que esta misión nos consuma completamente, ¿sabes? -me dijo Jashila, sonriendo mientras se recostaba en una tumbona.

Asentí, aunque sabía que era más fácil decirlo que hacerlo. Mi mente seguía girando en torno a los detalles del operativo, pero traté de relajarme, al menos por un momento.

Renacer De Las CenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora