Tal como en las manadas de lobos comunes, las manadas son dirigidas por dos lobos; el alfa y su pareja, una luna, mi Reina Luna.
Mi pareja, aquella que será poseedora del mismo poder que tengo, por derecho propio, fue destinada desde los principios de los tiempos para mí; y es momento de tener nuestro reencuentro, pues solo tenemos una pareja en nuestra existencia, pero según nuestro comportamiento podemos no encontrarla en todas nuestras vidas, es como un castigo de aprendizaje, donde cada alma/lobo asume la responsabilidad de sus actos, si haces las cosas bien, la diosa permitirá el reencuentro, sino, deberás aprender a redimir tus errores, sin embargo, en reencuentro no es una recompensa, significa el cuidado que tiene nuestra diosa Luna con nuestras parejas, pues, su energía, aunque complementaria a la nuestra es más sutil, más hermosa, y debe ser cuidada como tal, ella no permitiría el daño de ninguna de sus preciadas hijas.
En cuanto a mí, soy consiente de que aún se está tardando un poco más de lo previsto, pues soy un lobo y humano adulto, por ende mantengo la calma como un rey digno y continúo en espera de ella, a pesar de que mis instintos en luna llena solo deseen estar disfrutando del embriagador olor y presencia de mi mate, a fin de que con su sola existencia pueda llenar de regocijo y compañía mi alma, como está destinado a ser, dos energías conscientes complementado su alma.
Pero la diosa luna acomoda todo a favor de sus hijos, por lo que respeto su decisión. La diosa Luna conspira siempre a mi favor.
En la manada, así como somos parte de una jerarquía, somos una familia, los lazos de unión son fuertes, especialmente los que establecemos con los cachorros, pues estos requieren de mayor cuidado, mágicamente y como parte de mi pericia como Rey Alpha me encargo de fortalecer estos lazos, pero es mi futura Luna quien tendrá la capacidad de hacerlos más unidos.
Mi Luna
Mi Luna
Mi Luna
Pensé repetidamente mientras observo el paisaje corredizo a través de la ventana del auto, al invadirme aquel recuerdo de mis sueños noches anteriores, la calidez que sintió mi corazón y la tranquilidad que abrigo mi alma es inefable, solo sabia que era ella; mi pareja destinada, pero no el quién exactamente, no obstante, es suficiente para mí, porque sé que existe y que está cerca de mí, mi lobo lo sabe, es hora de sincronizar los latidos de nuestros corazones. Por ello detuve mi imperceptible búsqueda mientras visitaba manadas que requerían de mi presencia para orientación, pues aun bajo mi yugo, a veces suelen presentarse mínimos percances que sus alfas no pueden controlar.
La expectación que mi manada tenía sobre mi futura pareja suele causarme un poco de gracia, pues soy consciente de que solo desean brindar su apoyo, y reequilibrar las energías dentro de esta. Mi pareja tendría varias tareas, de la mano con las mías, un balance perfecto para la manada; un Alpha que brinde protección y una luna que brinde paz y tranquilidad.
Todos en la vida nacemos con un propósito. Mi lobo, sabía cuál sería el mío, y apenas adquirí la conciencia suficiente; hice y continúo haciendo todo lo posible por el mío; vigilar por el bien de los míos. Tal como ahora, al regresar a mi manada Upper Moon, después de tanto tiempo fuera, considerando de que la había dejado suma con protección, mágica y de fuerza, y más aún con mi Beta; Aarón. Respire el tranquilo y limpio aire de mi lugar natalicio, pues nuestros instintos lobunos piden vivir de hábitat forestal, rodeado de espesos bosques y fuera de la vista de cualquier humano curioso, permití que la calidez entrara por mis fosas nasales, eliminando cualquier rastro de cansancio, me llene de una alegría única por entrar en contacto con la comodidad de mi manada, mi lobo movió su cola entusiasmado al sentir los olores de nuestra familia, pero había uno más atrayente para mi sensible olfato de alfa.
Es ella, lo puedo sentir.
Es mi Luna.
Mi Mate.
Aun a varios kilómetros de distancia identifico su olor, su mágica fragancia trajo pequeños recuerdos de nuestras anteriores vidas, siendo aún borrosa la imagen de apariencia, respire varias veces más analizando tan magnífico olor, visto que debo mantener la compostura y no salir de la camioneta y transformarme para llegar más rápido.
Cerré los ojos tratando de canalizar la calma.
Es mía
Mía
¡Por la diosa!
El auto se detuvo en el momento en que su olor se hizo más potente para mí. Es de mi manada, la busqué en otros lugares y siempre estuvo aquí. ¿Es una loba recién presentada?
Baje con los movimientos calculados y la elegancia que adquirí desde pequeño, brindando una sonrisa cordial a los miembros de mi manada; todos deben estar aquí, recibiendo a su Rey Alpha. Empecé a recorrer con mi mirada a todos los presentes, buscando su energía, qué gracias al poder de la piedra lunar pude identificar resaltando entre los demás. Tiene una preciosa, y sé que ya me reconoció.
Conecté mi mirada con suya, tratando de analizar sus pensamientos y emociones. Di varios pasos hasta ella, mientras los miembros me daban permiso. Ya lo sentían por el lazo de la manada. Su Rey encontró a su mate. Todos inclinaban su cabeza en modo de respeto cuando pasaba cerca de ellos, llegue a su encuentro, y ella dio un paso hacia mí, luciendo dubitativa entre sus actos, tome su pequeño rostro en mis manos, acariciando con mis pulgares sus mejillas, mientras una sutil sonrisa se forma en mi estoico y serio rostro, tener a mi luna frente en la excepción a todo lo que mi ser está acostumbrado, ella es mía, y yo soy de ella.
– Luna – Mi voz salió ronca y susurrante por el cúmulo de emociones. Incline mi cabeza a su altura y más que por solo instinto beses sus afelpados labios, un beso tan pequeño y contenido a comparación del que desearía, pero para los miembros de mi manada es una contundente afirmación: Upper Moon y las demás manadas del mundo ya tienen una Luna Reina.
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Rey Alpha Erick |Libro 2|
WerewolfRumania, país de aquellos preciosos y extensos montes Cárpatos, tan extensos como los secretos que habitan en estos, secretos que como Rey Alpha estoy dispuesto a proteger, por mi familia, mi gente y especialmente por ella; mi Reina Luna.