Pokémon give them all.

Shot #20 (Riolu X Kirlia)

*Perdón por la tardanza, espero que lo disfruten*

*Kirlia-Hembra X Riolu-Macho*

¡Hoy es el día! Por fin le voy a decir a Kirlia lo que siento...

¡No me voy a acobardar como todas las otras veces!

Mi voz interior me animó.

Ohh... lo siento... ¡Déjame explicarte mi situación!

Soy Riolu, y básicamente estoy enamorado.

Vivo con mi entrenadora Sarah, y mis cuatro compañeras de equipo, Blaziken, Greninja, Beautifly y... Kirlia.

Ella era la única mujer del equipo y, por alguna razón, siempre me sentí atraído por ella.

Pero nunca le dije nada y ella siempre asumió que éramos solo amigos.

Sin embargo, yo no quería ser solo amigos.

A veces, puedo olerla cuando está en celo.

Y cada vez que lo hago, tengo que salir corriendo y liberarme.

Es demasiado sexy para que yo pueda controlarme.

Los mejores momentos son cuando uso mi visión del aura y la observo mientras se frota.

Y esa era toda la estimulación que necesitaba, al menos hasta que sentí que los deseos crecían en mi interior.

A veces, me dan ganas de abalanzarme sobre ella y hacer lo que quiera, pero luego pienso en mi otra opción: decirle lo que siento.

La segunda opción parecía fácil, pero cada vez que intento decírselo, me desvío hacia otra cosa.

Pero hoy es el día en que se lo voy a decir.

Quedará tan enamorada de mi confesión que tendrá que aparearse conmigo.

Al menos eso espero...

Suspiré cuando Kirlia estaba a unos cuantos metros de mí.

Estábamos solos afuera, ya que el resto del equipo estaba afuera con Sarah.

No pasó mucho tiempo antes de que yo hablara.

"¿K-Kirlia?" pregunté nerviosamente.

Se dio la vuelta y se sonrojó al instante.

Sostenía en sus manos un diente de león al que le habían quitado todos los tallos.

Lo arrojó al suelo y fingió que ni siquiera existía.

"Ohh... ¡Oye Riolu! Me asustaste un poco..." se rió tímidamente.

- ¿Qué pasa con la flor? - pregunté.

Ella movió el pie en la tierra: "No es nada realmente".

"Ohh... Entonces, uhh... ¿Qué tal este clima, eh?" Me maldije por esa declaración.

"Es... agradable, supongo. Cálido..." respondió torpemente.

Sacudí la cabeza vigorosamente. Era hora de hacerme hombre.

"Kirlia... vine aquí para decirte algo. Algo que he querido decirte desde hace mucho tiempo".

Sus grandes y hermosos ojos me miraron fijamente mientras hablaba, con una expresión esperanzada en su rostro.

-Yo... yo... en cierto modo... Kirlia, quiero aparearme contigo -solté.

Sus ojos se abrieron ante mi respuesta, pero no por sorpresa, sino aparentemente por alegría.