Shot #8 (Gallade X Entrenadora)

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*Perdon por la tardanza pero he estado ocupado disfruten :)*

*Gallade-Macho x Entrenadora-Mujer* 

Al comienzo de mi turno, me encontré con el líder del gimnasio de nuestra ciudad.

"¡Victoria! ¡Qué bueno verte! ¿En qué puedo ayudarte?"

"Unos veinte dólares y suficientes bebidas para destrozarme".

Me reí de su sarcasmo. 

Era un juego al que jugábamos cada vez que ella entraba, cada uno tratando de burlar al otro.

"Pero en serio, si puedes conseguirme un par de tomas, puedo contarte una historia para que valga la pena".

Ella me guiñó un ojo y comencé a servir.

Todo empezó unas dos semanas antes de ese torneo...

"Buen Gallade!" 

Mi maestro me felicitó después de otra pelea. 

Estábamos entrenando para las pruebas del Silver City Gym. 

Personas de todo el mundo se reunirían para aprovechar la oportunidad de reclamar una licencia de líder de gimnasio (algo que solo estaba disponible una vez cada 5 años y podía venderse por millones).

Sólo el primer lugar recibiría uno, y junto con él recibirían el gimnasio. 

No había margen de error y si queríamos ganar teníamos que ser los mejores de los mejores, y por eso entrené. 

En los últimos días había luchado en más de 200 batallas Pokémon, sin perder una sola vez. 

Mi secreto fue que no tuve piedad. 

Mi primer ataque fue generalmente el último, ya que el Pokémon sentía demasiado dolor para continuar. 

No me gustó la estrategia y sentí pena por los Pokémon, pero así debe ser. 

Un par de partidas me enfrentaron a varios Pokémon a la vez, lo que, si bien fue más un desafío, me tomó menos de un minuto paralizar a todos.

Mi maestra rodeó mi pecho con sus brazos y apoyó su barbilla en mi hombro. 

No pude ver su rostro, pero me di cuenta de que se estaba imaginando cómo sería si fuéramos los ganadores. 

El reconocimiento por sí solo sería fantástico, pero básicamente nos darian suficiente dinero para jubilarnos. 

El gimnasio podría venderse por más de 10 millones en el acto, y la licencia que se subastará podría alcanzar hasta 20.

Necesitamos seguir entrenando. 

Proyecté hacia mi maestro. 

No sabía si era así para todos los Pokémon psíquicos, pero me di cuenta hace aproximadamente un año de que podía comunicarme con bastante claridad con los humanos con los que era muy cercano.

Ella se desató los brazos y me dio un par de bayas. 

Mientras estaba ocupado comiéndolos (dulce néctar de los dioses, eran tan buenos), ella sacó un mapa de ubicaciones conocidas de entrenadores y marcó el nuestro con una x.

Mientras miraba el mapa, estaba lleno de garabatos y marcas. 

Había sido una semana muy ocupada.

"Bueno, vayamos hacia el norte. Parece que hay algunos allá arriba que no hemos visto".

Pokémon give them all.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora