El presente es un certamen abierto todo el año , para la elección de Mejor Autor del Año , Mejor Autor en las diferentes categorías y Premio escritor Contemporáneo .
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Inscrita formalmente como novela juvenil .
Así resume su autora la obra :
La chica de las historias : La vida , esa pequeña cosa en la que todos queremos permanecer por siempre , justo así le pasaba a Zamira , pero después de una perdida irremplazable su opinión cambió drásticamente. Lo que la gente piense sobre ella ya no es algo que le importe . Franco nunca ha encontrado su pasión , es muy hábil para distinguir los talentos ajenos , pero no los suyos , él piensa que no es lo suficientemente bueno y se refugia en la música . Zamira no es la persona que Franco está buscando . Y Zamira ni siquiera tiene la esperanza de encontrar a alguien . ¿ Funcionará bien mezclar a un músico tranquilo con alguien que escribe con la intensión de sentirse feliz al menos unos minutos ?
Con motivos del concurso procedemos a realizar la crítica de la obra :
En "La chica de las historias", la autora nos presenta un relato que, a primera vista, parece ser una exploración convencional de la búsqueda del sentido y la conexión humana. Sin embargo, al sumergirnos en las páginas de esta obra, nos encontramos con una trama que desafía las expectativas y ofrece una mirada incisiva sobre el dolor, la pérdida y la lucha por la autoaceptación.
Zamira, marcada por una pérdida irremplazable, se convierte en un espejo de la desilusión contemporánea. Su indiferencia hacia la opinión ajena es un grito de libertad, pero también un reflejo de su aislamiento emocional. La autora capta con maestría la complejidad de su personaje: una joven que, tras el trauma, se encuentra atrapada en un ciclo de apatía y resignación. La crítica aquí no solo se dirige a Zamira, sino también a nuestra propia tendencia a desconectarnos del mundo cuando el dolor se vuelve abrumador.
Por otro lado, Franco representa la lucha interna de aquellos que, a pesar de sus talentos evidentes, no logran verse a sí mismos con claridad. Su refugio en la música es un intento desesperado por encontrar su lugar en un mundo que parece no tener espacio para él. La autora hace un trabajo admirable al retratar su inseguridad; sin embargo, se podría argumentar que a veces se queda corta en la profundidad de su desarrollo. ¿Es Franco solo un músico perdido o hay más capas en su carácter que explorar?
La dinámica entre estos dos personajes -una escritora que busca momentos de felicidad y un músico que duda de su valía- plantea una pregunta fundamental: ¿puede el arte sanar? A través de sus interacciones, la autora nos invita a reflexionar sobre cómo las conexiones humanas pueden ser tanto un refugio como una fuente de dolor. La mezcla de sus mundos, aunque inicialmente improbable, se convierte en un terreno fértil para el crecimiento personal y la redención.
Sin embargo, es en esta mezcla donde la obra puede tropezar. A veces, la narrativa parece perderse en su propia introspección, dejando al lector anhelando un poco más de acción o resolución. La promesa de un desenlace satisfactorio queda en el aire, lo que puede frustrar a aquellos que buscan respuestas claras.
"La chica de las historias" es una obra que desafía al lector a mirar más allá de la superficie y cuestionar sus propias percepciones sobre el amor, la pérdida y la búsqueda de uno mismo. Aunque presenta personajes complejos y situaciones emocionales, también deja entrever áreas donde podría profundizar aún más. Sin embargo, es precisamente esa ambigüedad lo que puede resonar con muchos; después de todo, ¿no es la vida misma una historia llena de matices y preguntas sin respuesta?
