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Una semana.

Una semana ya había transcurrido y Selena sabía lo que pasaría pronto.

No era tonta, ya lo sabía desde un principio, eran demasiadas las noches en las que no pudo dormir y ahora se encontraba acostada en su cama, no tenía ganas de hacer nada, no quería salir, no quería leer,ni siquiera de comer.

Se sentía tan vacía y sin vida, pero extrañamente le parecía cautivante esta sensación, no sentir nada ni importarte nada era simplemente magnífico.

Seguiría en sus pensamientos, pero en eso tocaron su puerta.
Selena se sentó en la cama y miro sin emoción a la puerta.

Después de algunos segundos, con un vago "pase" Respondió.

La puerta se abrió con una lentitud tortuosa, dejando ver una cabellera rubia en su puerta y por lo visto tenía algo en manos.

-Narcissa... -

La mencionada solo le saludo con una pequeña sonrisa, mientras dejaba el objeto envuelto en una manta blanca que tenía en manos en la mesita de noche.

Selena entendiendo las intenciones de la rubia, se levantó de las sabanas y procedió a sentarse en la silla de allí, en la cual al frente había un espejo del cual divisó su reflejo y el de la Malfoy.

Narcissa se acercó a la mestiza posando sus manos en los hombros morfeos.

-como te va en tu sexto año, Sel? -

-bien supongo -

-ya veo -Narcissa aun con su sonrisa empezó a cepillar el cabello negro de la chica.

Mientras que Selena permaneció quieta y atenta ante cualquier movimiento de la ex's Slytherin.

Pero...por que?

Eso es simple, bien sabía que la hermana de la rubia era una desquiciada con sed de sangre.

Y fue testigo de ver el comportamiento de Bellatrix, fue en ese momento que empezó a fijarse más en el comportamiento de sus compañeros de casa hasta llegar a Narcissa.

La cual siempre mostraba una fachada tranquila y imperturbable.

O eso pensaba, hasta que vio el lado despiadado de la misma, por lo visto ser una completa desquiciada es de familia.

Regresando con las dos mujeres, aun seguían en esa posición.

Narcissa peinando su cabello y Selena con su frágil rostro sin expresión, pero había cierra inquietud en la mestiza con respecto al objeto que traía la Malfoy.

En ningún momento pregunto sobre el objeto, ni lo pensaba hacer, no quería hacer enojar a la rubia aun sabiendo que no le gustaba demasiado las preguntas entrometidas.

La suave voz de Narcissa se escuchó mientras se alejaba un poco y tomó en manos el objeto dejándolo serca de su alcance.

-Selena... Quiero que me digas que fue lo que te hicieron esos canallas? -

Snape se crispo, no dijo nada solo bajo la cabeza.

Narcissa suspiro.

-sabes esos leones son muy afortunados -la Malfyo siguió con su labor de peinar a la mestiza.- dejarles pasar cada una de sus bromas y no denunciarlos con Dumbledore es muy Maduro de tu parte sabes -

Cada una de las palabras de la mujer sonaba con gracia fingida.

-sabes que no puedo, Dumbledore nunca les dice nada -

-lo se Selena y de sobra, pero aún hay algo que me perturba desde que entraste a este lugar -

Snape curiosa arqueo una ceja, pero el repentino Jalón la hizo soltar un quejido, Narcissa jalando su cabello hacia atrás, se acercó a su oído y con una fría voz dijo.

-sabes... Ver cómo no haces nada ante las bromas de ellos me enferma, al igual que tu aprecio a ese pelirrojo, pero lo que más me enoja es el simple hecho de que no te sientas o que no sepas lo valiosa que eres para Slytherin -

Con su otra mano agarro el objeto dejando de lado la manta y revelando que era.

Su cuello se vio decorado superficialmente por una navaja de manga de plata y joyas Rojas.

Con eso Narcissa roso su garganta.

-es simplemente inaceptable que no veas tu pocision en este juego, donde cualquiera de los dos bandos puede morir... Por eso odio tanto cada vez que agachas la cabeza, como si fueras una basura... -

La mestiza quien en ese momento cerro fuertemente sus ojos esperando un movimiento brusco de Narcissa o algún reciente dolor desgarrador, sólo sintió como el agarre a su cabello se aflojaba lentamente.

Eso la confundió pero al abrir sus ojos se terminó dando cuenta que Narcissa no corto su garganta.

Sus hebras negras fueron agarradas con delicadeza mientras que fueron quitadas de los hombros y espalda de la mestiza.

-Selena tienes mucho por delante, pero si sigues persiguiendo el pasado, no llegaras a nada -

Y hay reaccionó, su cabello antes largo fue cortado con tanta precisión que no había desigualdad alguna, incluso podía jugar que el estilo de cabello corto le acentaba de maravilla.

Pero Selena solo miro el reflejo de su acompañante dejando le navaja y lo que parecía su cabello cortado en aquella manta, regresando a su lado.

-Selena... Por favor -

Sintió como la rubia la abrazaba fuerte y sobreprotectora mente, dejando de lado sus modales refinados.

-si alguna vez te sientes mal o si en verdad necesitas ayuda, recuerda que estaré para ti, yo y Lucius siempre te apoyaremos en cualquier decisión que hagas -

"-Hija...-"

De sus mejillas pálidas gotas saladas resvalaron como pétalos de Rosas blancas en la lluvia.

En ese momento,solo en ese momento...

Se quebró y rompió en llanto, correspondiendo el abrazo cálido de Narcissa.

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𝔖𝔩𝔶𝔱𝔥𝔢𝔯𝔦𝔫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora