𝔖𝔩𝔶𝔱𝔥𝔢𝔯𝔦𝔫

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James no era alguien de razonar, teniendo en cuenta que la mayoría de sus acciones las hace sin pensar.

El y sus amigos siempre fueron unidos desde su primer año en Hogwarts.

Pero no sólo obtuvo amigos el primer año, si no también un enemigo o bueno una enemiga siendo Selena Snape de la casa Slytherin.

Su rivalidad empezó cuando estaban en el tren donde por primera vez irían a la escuela magica, el y su grupo recién formado de amigos entraron a una cabina de la cual solo había dos personas.

Un niño de cabello rojo y una niña de la misma edad pero de cabello oscuro.

Esta última parecía incómoda ante sus presencias y más aún cuando dijo que no estaría mal estar en Slytherin.

Eso lo molesto, le dijo que todos los Slytherin son mortífagos y que eran malvados, ella simplemente le devolvió el grito diciendo que eso no era de su incumbencia.

Y desde allí fue marcada su relación con la serpiente, la cual no quiere verlo ni en pintura y el simplemente tenía la necesidad de querer molestar a Snape.

Su última broma fue algo... Pesada lo admite, pero la intriga lo mataba, a que se refería Sirius con que se alejara de Snavillius?.

Que había de malo? Desde el primer día en que la vio supo que sería una mortífago, aunque desde antes se le hacía raro que ella no interactuara tanto con la casa verde.

Es más, hasta podría contar los amigos de Selena con sus dos manos, pero ahora parecía siempre estar rodeada de sus compañeros y todos, incluso la propia Snape, tenían cierto aire de melancolia y más aún con la llegada de los arrogantes de los Malfoy's los cuales no se despegaron de Snape.

Es raro, penso ante todos esos sucesos antes de finalizar ese sexto año.

Sabía que no debía meterse en esos asuntos de magos oscuros, pero le inquietaba el hecho de que Snape le sucediera algo.

Si estaba preocupado y intentaba no pensar en aquello.

-viejo estas bien? -pregunto Sirius.

Tanto como el y sus amigos se encontraban en sus dormitoririos James ni una sola vez hablo, preocupando a sus amigos.

-James? -

-... -

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