Astrid, una joven elfa curiosa y valiente, se embarca en un viaje épico con sus amigos más queridos:
Kael, un guerrero humano destrozado por su pasado; Lyra, una hechicera lisiana con un corazón lleno de magia; Kaito, un ladrón enmascarado con secre...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Narra: Astrid
Me desperté con el sol en mi cara que entraba a través de mi ventana; a regañadientes me levanté y fui a la cocina para desayunar donde se encontraba mi madre cocinando con una sonrisa. Me vio, y me dio un pequeño beso en la frente junto a unos cariñosos "Buenos días".
--Buenos días, mamá--.Le respondí y me senté en la mesa, empezando a desayunar con una sonrisa mientras mi mamá hacía lo mismo.--Mamá... desde ayer estuve pensando en algo y... pensé que sería mejor decírtelo ahora--.Hablé con duda mientras bajaba un poco mi mirada. Mi madre al notarlo, dejo de comer por un momento y me miro, dándome toda su atención.
--Claro, hija. Puedes decirme lo que quieras--Dijo mi madre y sonrió con el cariño de siempre, haciéndome sentir un poco más calmada y segura de mis palabras, hablé.
--Quiero comenzar mi propio viaje--.Exclamé, segura de mi misma, manteniendo el contacto visual con mi madre.--ya tengo 16 años y sé cuidarme sola--.Noté el cambio de expresión de mi madre a uno de preocupación y decido seguir hablando para calmarla y convencerla.--Además, no pienso ir sola, iré con Lyra, Lin, Kael, Kaito y Tom, estoy muy segura que ellos también van a querer venir conmigo--.Le sonreí con confianza y cariño a mi madre, notando como ella suspiraba con una sonrisa.
--Eres igual a tu padre. Está bien, pero tendrás que mandarme una carta una vez a la semana y cuidarte mucho, entiendes?--.Asentí repetidas veces y me levanté de mi silla para abrazarla con fuerza, agradeciéndole y besando su frente, hasta que volvió a hablar.--Ahora ve a preparar tus cosas y luego buscas a tus amigos--.
Le sonreí y asentí con la cabeza antes de correr hacia mi habitación, comenzando a preparar rápidamente mis cosas con una sonrisa de oreja a oreja y sin poder evitar mostrar mi emoción. Cuando terminé, dejé mis mochilas en la sala de estar y salí de mi casa, comenzando a correr hacia las casas de mis mejores amigas: Lyra y Lin.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Veo a mis amigas hablar animadamente en el parque y me acerco a ellas con una sonrisa, abrazándolas cuando estoy a su lado. Las tres charlamos animadamente como todos los días hasta que me levanté de la banca en la que estábamos y las volteé a ver con una sonrisa picara. Ambas me miraron confundidas hasta que una habló.