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Estaba caminando por los pasillos, con las manos en los bolsillos. Se asomo por una de las salas del lugar y la vio sentada en el sofá. 

-¿Que haces, rarita?- pregunto sentándose a su lado.

-Nada...- murmuro. Él la miro un momento, mientras ella trataba de anudar unos hilos. 

Hubo un silencio, cual era lo contrario a incomodo.

-Toma.- dijo, extendiendole la pulsera.

-¿Para mi?- musito, tomo la pulsera y se la coloco. -Gracias...- dijo mientras miraba el hilo con cuentas que adornaba su muñeca.

-De nada.- respondio, dandole una leve sonrisa.

-Si, pero... ¿por que me das esto?-

-Uh, la hice en el taller.- murmuro. -Se la tenia que dar algún amigo.-

-Entonces... bonita, ¿soy tu amigo?-

-Mmmmmm, si... algo así.-

-Eres mi primera amiga aquí dentro.- 

-Vaya, que honor...-

-Bueno, ¿quires ir por café?-

Ella lo miro y se lavanto, jalandolo del brazo.

-Andando.- dijo, mientras lo arrastraba por el pasillo.

Cuando llegaron a la cocina, simplemente tomaron un par de tazas y sirvieron el café. 


...


La habitacion, estaba completamente vacía solo una cama y una silla. Ella entro, lo observo por un momento, su cuerpo descansaba en la cama, estaba dormido por los medicamentos.

•𝐒𝐇𝐀𝐃𝐄𝐒•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora