•𝐒𝐇𝐀𝐃𝐄𝐒•

𝟑

Caminaba por el pasillo completamente blaco, cuando llego a la habitacion 101 entro y observo al pelirosa sentando con vista perdida.

-Llegaste...- murmuro, volteandote a ver. Sonrío al verlo, caminando hacia él.

-Mhmmmmm...- musito, sentandose.

Sanzu la miro de arriba hacia abajo, no estaba de mucho humor, pero al verla entrar su rostro se relajó un poco, luego desvío la vista a un costado.

-¿Que tal tu dia?- pregunto, sin importarle realmente la respuesta pero intento iniciar conversación.

-Normal, como los anteriores...- dijo vagamente. -¿Y el tuyo...?-

-Igual de aburrido.- dijo cruzandose de piernas y miro alrededor para luego volver a verla. -La comida fue horrible de nuevo.-

-¿Que te dieron hoy...?- pregunto, volteandolo a ver.

-Unas verduras hervidas, supuestamente era un estofado.-he hizo una mueca de desagrado al recordar la comida.

...

Los dos estaban en la sala del lugar, ella recostaba su cabeza en el hombro de él.

-¿Quieres que te enseñe un par de cosas, bonita?- 

Se encogio de hombros y asintio.

-Supongo...- murmuro.

Sanzu se incorporó del asiento, poniéndose de pie, aunque se quedó frente a ella. Le mantuvo la mirada unos momentos, antes de hacerle señas para que se pusiera de pie.

-Vamos- dijo en tono serio.

Cuando ella finalmente se levantó del asiento, Sanzu la tomó de la muñeca y la guió hacia el fondo de la habitación. A lo largo del camino le echó miradas a los otros pacientes, asegurandose de que nadie los siguiera.

 Después de un pequeño caminar llegaron a una habitación con un gran sofa de terciopelo rojo.

-Y esto es... ¿el motel del lugar?-

Sanzu soltó una pequeña risa al escucharla, cerrando la puerta de la habitación y asegurandose de que estuviera cerrada con seguro. Después de eso se dio media vuelta, mirandole la expresión de burla en el rostro.

-No, esto es la habitación privada de las terapias de relajamiento- dijo con calma. 

-Ah...- suspiro. -Ya.-

Sanzu se acerco un poco a ella, observandole la expresión facial durante unos instantes. Después de eso le tomó la barbilla con cuidado, alzandole un poco el rostro y obligándole a que lo mirara.

-Ya verás como esto es mejor que un motel.- dijo con una sonrisa irónica.