𝙘𝙪𝙧𝙞𝙩𝙖𝙨; mateo belmonte.

𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙙𝙤𝙨.

ᴄ ᴜ ʀ ɪ ᴛ ᴀ s
𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖉𝖔𝖘: Primera ronda de casting.

3 DE OCTUBRE, 2022.
BUENOS AIRES, ARGENTINA.
ACADEMIA OTRO MUNDO.

El día del casting había llegado. Después de varios días intensos de preparación, repaso de libretos y prácticas frente al espejo, Maia se encontraba frente al gran cartel que decía "Casting para Margarita" en la entrada de un enorme salón lleno de jóvenes actores que, como ella, esperaban su turno para audicionar. El ambiente estaba cargado de nervios y anticipación, pero Maia intentaba mantener la calma. Sabía que ese momento podía cambiar su vida.

─¿Lista? ─le preguntó José, que había decidido acompañarla ese día. Él ya había hecho su casting y, aunque todavía no sabía si había quedado, estaba seguro de que había dado lo mejor de sí mismo. Ahora, estaba allí para apoyarla.

Maia asintió, apretando los papeles con sus líneas en la mano.

─Sí, aunque siento que me voy a desmayar en cualquier momento ─bromeó, aunque una parte de ella lo decía en serio.

─Vas a romperla ─dijo José, con una sonrisa tranquila─. Solo sé vos misma. Ya sabés que tenés lo que se necesita.

Maia respiró hondo, recordando las palabras de Luz y Cris, que le habían dado tanta confianza en estos días. La presión de saber que audicionaría para el papel de Aldara, la hija de Cielo, el personaje de Luz, la tenía con los nervios de punta. Era un rol muy importante, y sabía que todas las miradas estarían sobre ella.

Cuando su nombre fue llamado, Maia se levantó del banco con las piernas temblorosas, pero decidió no dejarse llevar por los nervios. José le dio una última palmada en la espalda para darle ánimos, y ella sonrió antes de entrar al salón de audiciones.

Al cruzar la puerta, el ambiente cambió drásticamente. Había un equipo técnico de unas cinco personas sentadas frente a una larga mesa, con libretos, anotadores y cámaras que capturaban cada segundo de la audición. Al centro, Cris y Luz, quienes la recibieron con una sonrisa cálida. El director del casting, un hombre canoso de mirada crítica pero amable, le hizo un gesto para que se acercara al centro del salón.

─Hola, Maia ─dijo Luz, que parecía tan relajada como siempre, aunque Maia sabía que, detrás de esa sonrisa, había un ojo muy crítico y exigente─. Vamos a empezar con algunos diálogos. ¿Te parece bien?

─Dale ─respondió Maia, tratando de mantener la voz firme.

Se colocó en el lugar indicado, frente a las cámaras, y escuchó las instrucciones. Primero haría una escena en la que Aldara confronta a su madre Cielo, expresándole su angustia por las decisiones que la mujer ha tomado y cómo eso la afecta.

Maia cerró los ojos un segundo, tratando de entrar en el personaje, y cuando los abrió, ya no era Maia la que estaba en ese salón. Era Aldara, con la mirada cargada de emociones contenidas, y las primeras palabras salieron de su boca con una fluidez que sorprendió incluso a Maia misma.

─"Mamá, no podés seguir tomando decisiones sin pensar en mí. No podés seguir viviendo como si no existiera. ¡Soy tu hija! Y cada vez que te vas... cada vez que elegís tu carrera antes que a mí, me haces sentir como si no importara."