Izuku se quedó sentado en las gradas, observó a Katsuki ponerse sus patines, mientras platicaba con un pelinegro y un pelirrojo, aun sentía los nervios a flor de piel, pero gracias a Katsuki estos habían disminuido. Izuku no pudo evitar notar el respeto que sus compañeros tenían hacia él.
Cuando el entrenamiento comenzó, notó como un chico se sentaba a su lado, Izuku solo lo miro de reojo notando el cabello alborotado de color morado.
—Nunca había visto a Bakugo traer a alguien a un entrenamiento — hablo llamando la atención del peliverde.
Izuku parpadeó, todavía recuperándose de los nervios, y miró al chico de cabello morado el recién llegado llevaba una expresión relajada, aunque tenía una mirada curiosa.
—¿Y bien? —preguntó el chico, arqueando una ceja al ver que Izuku no respondía— Me llamo Hitoshi Shinso, soy amigo de Bakugo, mi novio también está en la pista de hielo con él en estos momentos, la verdad no suelo ver a Bakugo traer a alguien a los entrenamientos de hockey, ¿eres amigo suyo? —preguntó, aunque su tono sonaba más a una observación que a una verdadera pregunta.
Izuku dudó por un momento — Yo... en realidad, no somos muy cercanos —admitió con inseguridad — Nos conocemos porque entrenamos en el mismo centro, pero... no diríamos que somos amigos.
Shinso lo miró con una leve sonrisa, como si encontrara graciosa la manera en que Izuku quería explicar su relación con Bakugo.
—Conociendo a Bakugo, tiene sentido —aseguró encogiéndose de hombros — No es exactamente el tipo de persona a la que uno llamaría "amistosa", sin embargo... —sus ojos se desviaron hacia la pista de hielo donde el equipo patinaba siguiendo las indicaciones del entrenador —Él no trae a nadie aquí sin razón, si estás aquí, debes ser importante para él, de algún modo.
Izuku bajó la vista, avergonzado.
—No creo que lo sea —murmuró — El solo... me ayudó cuando estaba en problemas, eso es todo.
Shinso lo miró en silencio por un segundo, conocía a Bakugo como para saber que él no ayudaba a alguien sin motivo alguno, pero decidió cambiar la plática.
—Bueno, en cualquier caso, bienvenido. Si quieres ver a Bakugo en su mejor momento, este es el lugar, aunque puede ser insoportable, pero en la pista es... —hizo una pausa buscando la palabra correcta— formidable.
Izuku volvió a mirar a la pista, la forma en la que Katsuki se movía no se parecia nada en su actuación como patinador artístico, era muy diferente y se la pasaba gritando dando órdenes.
—Eres patinador, ¿verdad? —preguntó Shinso unos minutos despues.
Izuku se puso nervioso, pero asintió lentamente, sin hablar tenía miedo de que este chico lo reconociera también, Shinso lo notó y decidió no presionarlo.
—No tienes que decir nada si no quieres —murmuró, cruzando los brazos —Todos tenemos secretos y cosas que dejamos atrás, Katsuki por ejemplo sabemos parte de su historia, pero no toda y no por eso lo tratamos diferente, el pasado no te define, ¿sabes?
Izuku se sorprendió — ¿Conoces el pasado de Katsuki? — preguntó sin poder creerlo
Shinso asintió — Por la forma de tu pregunta creo que tú también lo sabes, ¿no?
—Conozco parte de la historia — respondió — Prácticamente se lo mismo que los medios de comunicación dieron a conocer
—¿Cómo tu historia, ¿verdad? Tu eres el Lirio de invierno, ¿me equivoco?
—Sí... lo soy —murmuró Izuku.
Shinso asintió — Eres fuerte Midoriya — comentó con una sonrisa — tranquilo aquí no juzgaremos tu pasado, sea cierto o una vil mentira inventada.
Izuku asintió agradecido, no dijo nada más y solo continúo observando el entrenamiento, en su mente solo pasaban los recuerdos de los medios de comunicación del escándalo de la familia Bakugo.
𝗛𝗮𝗰𝗲 𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼 𝗮𝗻̃𝗼𝘀
El nombre del famoso entrenador de patinaje artístico resonaba por todo el mundo, Masaru Bakugo, durante años había guiado a múltiples atletas de alto rendimiento a los pódiums, pero al igual que su carrera, su prestigio comenzaba a decaer, habían surgido nuevas generaciones, jóvenes patinadores con estilos nuevos y únicos, incluso podrías considerarlos frescos junto a nuevos entrenadores.
Su última patinadora, era una brillante chica, Nejire Hado, era una patinadora muy carismática y talentosa, se había convertido en la favorita del público y los jueces, pero, no todo su éxito era fruto del esfuerzo y la dedicación o de su talento, Masaru había decidido mantener su nombre a toda costa, lo que lo llevó a tomar medidas poco éticas, se encargó de que otros patinadores salieran positivos en las pruebas de dopaje, mientras que Neijire se mantenía limpio.
Las primeras víctimas fueron varios jóvenes talentosos que representaban una amenaza para Nejire, cinco patinadores cayeron en la trampa de Masaru, fueron suspendidos de sus carreras, pero no todo podía ser perfecto, así que los representantes de las jóvenes estrellas, comenzaron una investigación, donde después de varios meses de trabajo encubierto, descubrieron la verdad, Masaru Bakugo había manipulado pruebas para eliminar competencia y asegurar el éxito de su patinadora estrella. La noticia provocó un escándalo sin precedentes. Bakugo fue condenado por fraude, despojado de sus títulos y suspendido indefinidamente de cualquier actividad relacionada con el deporte.
Mitsuki no pudo con todo lo que implicó enterarse de lo que su esposo había hecho, así que se divorció de Masaru, dejándolo en la cárcel donde aún pagaba su condena, si se llevó a su único hijo lejos de los reflectores, prohibiéndole relacionarse nuevamente con el patinaje artístico.
—Parece que ya terminaron — comentó Shinso sacando a Izuku de sus pensamientos
Unos minutos más tarde Katsuki se acercó a ellos, el cenizo tenía el ceño fruncido — ¿Qué haces con él? — le pregunto a Shinso sin rodeos
—Bueno... queria conocer a tu amigo, no siempre puedes conocer a alguien aparte de nosotros.
Katsuki lanzó una mirada de pocos amigos a Shinso, pero el sólo le devolvió una sonrisa. ignorando como siempre el semblante de su amigo, Katsuki se volvió hacia Izuku.
—Vámonos —le ordenó, sin esperar respuesta se giró para salir del lugar.
Mientras caminaban a casa de Nemuri, ambos estaban en silencio, solo se escuchaban sus pasos crujir bajo sus pies, cuando divisaron la casa de su entrenadora Katsuki se detuvo frente a la puerta
—Gracias — comentó Izuku con algo de pena — Si no fuera por ti yo...
—Solo procura no meterte en más problemas — comentó Katsuki en un tono más tranquilo
—Si — respondió sin saber bien que decir
—Descansa —agrego Katsuki, antes de girarse para dirigirse a su casa — Si alguien vuelve a molestarte, dímelo, y ya veré cómo resolverlo. Nos vemos mañana en la pista
Izuku se quedó un poco más en la puerta viendo como la figura de Katsuki se perdía en la distancia, el recordar el escándalo que marco la vida de los Bakugo lo hizo entender un poco por qué tal vez lo ayudaba, pues de alguna manera él fue víctima de algo parecido a lo que su padre hizo con otros patinadores.
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¿creen que lo sucedido a Izuku fue algo parecido?
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Lirio de invierno
RandomIzuku Midoriya, conocido como "El Lirio de Invierno," es una joven promesa del patinaje artístico que, a sus 17 años, ve cómo su mundo se desmorona cuando es acusado falsamente de consumir esteroides. En cuestión de horas, su brillante carrera se co...