Dos mil dieciséis.

2 0 0
                                    

Hay tanto que quiero decir, escribir y contar que no sé ni por donde empezar. Creo que cuando quieres contextualizar una situación siempre lo haces con el inicio para pasar al clásico final; lo curioso es, que aquí no sé si lo hay. Preguntándome tantas cosas, entre ellas desde cuando mi atención se había centrado en ti, recordé el primer momento en el que te vi.

Septiembre de 2016. Iba con una amiga salón por salón de nuevo ingreso, a decirles lo de la novatada. Recuerdo que cuando entré, lo primero que había visto, era a ti. Estabas en la segunda fila de derecha a izquierda comenzando por la ventana pegada a la calle, te encontrabas volteado, viendo a tu amigo Jonathan. Estaban platicando y cuando vieron que alguien había llegado, tu salón y tú nos prestaron atención. Sonará muy a cliché, pero desde ese entonces, yo quería saber más sobre ti. No sabía si los nervios que me habían dado eran porque te había visto porque aunque no lo parece, casi no me gusta hablar en público. Pasaron los días y mi vista siempre te buscaba en los salones de abajo, entre clases, a la salida, a la entrada, pero no lograba ver mucho.

Cuando me agregaste a Facebook, recuerdo que me dio miedo aceptar la solicitud. Sabes que siempre he sido muy de ideas, pero al revisar quién eras o si te conocía, todavía no reconocía que eras justamente el chico del salón de derecho de nuevo ingreso. Lo único que entendía que andabas muy metido a la política y tu foto de perfil era una donde vestías una playera tipo polo de color blanco y tenías algo promocionando sobre una diputación o parlamento. Desde ahí, quise entender de donde te conocía. Cuando reaccioné que eras sobre quien quería saber, fue que te acepté. Y ahí me tenías, viendo tus fotos.

Después, pasaron los meses, llegó Enero y se atravesaron otras situaciones en mi vida como lo de Pablo y después el conocer a Memo. Pero tú ya sabías que me llamabas la atención, y tengo dos teorías: una es por que la mayor parte de las veces soy muy obvia o por que quién te dijo fue el mismo Jonathan.

Luego, te perdí el rastro. Comencé una etapa nueva en mi vida con alguien más cuando de repente, otra vez tú. 

Cronología de un amor irrealizableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora