—Ella despertó y yo también sentí como se movía y desperté —
Cuando te mueves así.. me excitas levántate debes comer algo...
No quiero...
¿Ah no? Es muy gracioso... Pero vas a comer porque no tienes opción haras lo que yo diga
Yo solamente quiero irme yo no quiero estar aquí por favor déjame irme... —comenzó a llorar temblando y asustada como una criatura vulnerable—
Cariño... No llores ven acá.. -la abracé suspirando suavemente- no voy a dejarte ir porque ahora eres mía Pero... Puedo prometerte que voy a cuidarte voy a hacer que entres al mundo de la oscuridad y quieras quedarte
Pero tengo miedo...
—lo sé mi vida lo sé.. yo no quiero lastimarte Te juro que eso algo que no quiero hacer ven.. shhhh... Shhhh.shhhh
—ella lentamente se fue relajando en mis brazos y fue cuando lo aprovechó para bajar mi mano por sus piernas—
—sus hermosos ojitos se llenaron de lágrimas— ey .. está bien cariño mío te protegeré de todo mal, te protegeré del maldito mundo que nos rodea
—El hombre de la oscuridad abrió sus piernas acariciando sus muslos suavemente tratando de calmarla— por favor..
Todo está bien, —puse mi mano en su pecho sintiendo su corazón acelerado. No temas... Pero tampoco te resistas
—Roze mi miembro contra su entrada vaginal aplicando suave presión —
¡Por favor! . No mi amor aquí no hay por favor.. no te resistas
—había empezado a ponerme un poco rudo porque en verdad la deseaba aunque me sentía mal por haberle hablado así cuando comencé ella comenzó a gritar desesperadamente a lo que me detuve abruptamente después que su himen se rompió—
Que... Que pasa? —ella estaba llorando con su carita empapada y sus manitos tapando su rostro—
Mi alma...
—ella se levantó con las piernitas temblando y se encerró en el baño a llorar—
Por favor cariño ábreme la puerta Te juro que no quería hacerte daño no sé qué me pasó... Sé que fue un error pero por favor hablemos te juro que no voy a tocarte..
—ella abrió la puerta lentamente con su nariz morena enrojecida la acurruqué contra mi pecho meciéndola suavemente— perdóname alma, Te juro que mis intenciones no eran..
—su cuerpo temblaba y sus manos habían agarrado el tic nervioso del temblequeo—
Pobre alma... Estás al límite voy a prepararte algo para calmarte —limpié sus lágrimas y acaricie suavemente su cabello sintiéndome culpable—
—después de un rato se quedó dormida sollozando mientras yo la acariciaba—
Te prometo que soy capaz de hacer cualquier cosa por ti, soy capaz de bajarte la luna si es necesario... -no podía dejar de sentirme culpable sabía que lo que había hecho no estaba bien mucho más para alguien tan pequeña e inocente como ella
—sé que esto está mal pero no puedo evitarlo eres la obsesión de mis fantasías...
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