Capitulo 1 : Désir (Deseo)

8 0 0
                                    

¡Si continuas de perezoso llegarás tarde otra vez Min! — Gritaba desde el fondo de la habitación un joven de cabello castaño.

¿Tienes algún compañero de melenas rizadas y orbes dorados…? — balbuceaba el azabache, mientras estiraba sus brazos hacia arriba.

Qué tonterías dices Min, es tarde ya, son las 7 y recuerda que llevas 2 retardos uno más y te mandaran a limpiar la sala completa, así como la de música — sentenció el castaño, recordándole que tenía pendientes y debería darse prisa de una vez por todas.  

Tras el recuerdo de llegar tarde, Yoongi sintió su cuerpo rígido, sus ojos se habían abierto tanto como le fuera posibles y entonces la sensación de pánico creciente lo invadió por completo. 

¡Qué, Mierda Park y apenas me lo recuerdas!. Demonios voy tarde, dónde deje mis cosas — decía exaltado el azabache, parándose torpemente de la cama, con la prisa llevándose consigo las sábanas entre los pies y tropezando, sin embargo rápidamente logró sacarse y correr directamente al armario, buscando un conjunto de ropa decente.

Tonto, todo está en el auto, apresúrate o si no te dejaré mi área mugrienta para que escarmientes. 

Yoongi suspiró antes de decir: — A veces creo que me tienes cierto resentimiento, la pregunta es, qué te hice yo. 

La risita suave pero divertida de Jimin resonó en sus odios, había un atisbo de dulzura pero también burla. Yoongi sólo puso los ojos en blanco.

También lo pienso, a veces creo que debo golpearte para que lo recuerdes, ¡o quizás sea algo de nuestras vidas pasadas!. — bromeó un poco aún con la sutil sonrisa en sus labios pomposos. 

Yoongi lo pensó un poco; pero luego desistió de la idea.

Tonterías, eso ni siquiera existe y de ser así debí haber sido una piedra o algo por el estilo.  

Bufo el azabache, mientras colocaba las llaves al auto. 

Tienes razón eres un inútil, ahora mueve tu trasero o llegarás tarde.

Más temprano que tarde llegaron finalmente a la escuela, después de estacionar en el parqueadero, salieron del auto con sus cosas, cada uno listo para tomar sus primeras clases de ese día.

Te veo en la galería enano. — Dijo lanzándole una sonrisa burlona al castaño. 

— ¡Suerte idiota, ojalá se te ponche una llanta ! — Respondió Jimin, viendo al otro irse en dirección a su clase. 

                             •☆• 

Las calles de Inglaterra eran un caos por las tardes, y el tráfico era un dolor de cabeza. Sabía que llegaría tarde otra vez y solo pedía tener una clase que le distrajera de sus pensamientos.

Min... ¡Min Yoongi! — sonaba una voz algo aguda, que comenzó a ser molesta para el azabache. 

¿Qué quieres?…  

Yoongi se había detenido y girado hacia dónde provenía la voz. 

Llevo dos minutos intentando comunicarme contigo, si no tomas esto en serio buscaré a alguien más para el proyecto. — Replicó el chico de cabellos decolorados mientras se acercaba hacia el Yoongi detenido. 

¿Qué proyecto?, — murmuró más para sí mismo que para el otro, luego dándole un vistazo rápido de arriba hacia abajo sin darle importancia que no fuera poco disimulada su mirada, continuó: — ¿Es legal venir con el cabello así a la galería? Escuché que el profesor de escultura es cuidadoso con eso… 
 
Entonces Yoongi señaló el cabello de aquel chico de complexión robusta que notó su crítica mirada, por lo que chasqueó la lengua y dijo: — ¿Es enserio ?... olvídalo 

Respigando y para nada sorprendido de que este Yoongi haya olvidado el trabajo pendiente. Así que sin decir más simplemente continuó su camino, dejando un poco confuso a Yoongi; pero entonces el joven habló y las cejas de Jungkook se crisparon y sin más detuvo sus pasos.

Lo haré sólo me distraje un poco pero lo haré — Dijo mirando al chico del cual recordaba levemente su nombre. 

Suspirando, miró hacia abajo para pocos segundos mirar directamente a los ojos de Yoongi, y decir: — Es la mitad de la calificación, así que espero que cumplas Min. Debemos crear una escultura en tamaño real así que las siguientes semanas iremos a checar el material. — repuso el chico de hebras decoloradas, recordándole al otro lo que tenían que hacer.

Yoongi asintió. 

Claro, sólo mándame los horarios, estaré ahí. 

No lleves a tu novio  Park, él me estresa y no te deja concentrarte. — Soltó sin vacilación con dientes apretados, habiendo hecho énfasis su razón, rápidamente se giró para irse.

— ¿Eh?… Es que te pone celoso, sólo somos amigos Jeon, tienes  el camino libre  para ti, yo estoy bien solo. — Dijo en broma el azabache mientras esperaba la reacción de ese pequeño mocoso insolente.

Como sea no faltes, te mandare un mensaje la próxima semana. — Gruñó el rubio, frunciendo las cejas.  

¡Mándame la hora y ya, pequeño insolente! — dijo el azabache en voz baja mientras lo veía alejarse — Te deberían enseñar modales Mocoso — murmuraba y de pronto… 

Un zumbido le cortó el habla, y el ligero mareo lo hizo sentir inestable momentáneamente.

Oh demonios otra vez ese horrible dolor de cabeza, aun debo ir a clase de fotografía” pensó Yoongi.  

Te encontré… 

Tú ... 

Remeber me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora