Parte 3

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Marco fue el primero en notar algo extraño. Su reflejo sonreía de una manera retorcida, y sus ojos, en lugar de ser marrones, eran completamente negros. Intentó apartarse, pero era como si algo lo mantuviera pegado al suelo. Los demás también comenzaron a notar cambios en sus reflejos: heridas sangrientas que no tenían, ojos que lloraban sangre, y sonrisas malévolas que no podían controlar.

De repente, una de las chicas, Sofía, comenzó a gritar. En el reflejo, su piel se desgarraba, revelando carne y hueso. Se giró hacia los demás, sus ojos desorbitados por el miedo, y vieron horrorizados cómo pequeñas incisiones comenzaban a aparecer en su piel real, imitando lo que veían en el espejo.

El pánico se apoderó del grupo. Intentaron salir de la sala, pero la puerta, que antes había cedido fácilmente, ahora estaba firmemente cerrada. Mientras luchaban por abrirla, la sala se llenó de un hedor a sangre y carne podrida. Los reflejos en el espejo se volvían más horribles cada segundo. Marco vio cómo su reflejo se cortaba la garganta, y al instante sintió un dolor agudo mientras un fino corte aparecía en su cuello, comenzando a sangrar.


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LA MASACRE DEL ESPEJO ROJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora