Otra vez aquel sueño
Mis ojos se abrieron al sentir el suave contacto de alguien a mi lado, su brazo derecho rodeando mi cintura, podía sentir su respiración en mi cabello, el leve movimiento en la cama hizo que mis ojos se abrirán, pero no había nadie, otra vez era yo en mi cama, sola.
—Otra vez ese sueño..
Dije, no era la primera vez que soñaba con aquello, ¿quién es aquel chico que no sale de mi mente? De mis sueños. Me moví hacia el lado derecho de la cama, donde sentí su presencia. Suspiré.
El resto de la noche no pude conciliar el sueño, cada que intentaba cerrar los ojos, allí estaba él, tocando mis mejillas, besando mi frente o simplemente sintiendo el contacto de nuestros cuerpos abrazados. Abracé mi cuerpo mientras me volvía bolita.
–¿Qué puedo hacer para poder verlo?
Me levante de la cama, mis pies tocaron el frío piso, otra vez olvidé dejar mis pantuflas cerca de la cama. Observe mis pies, y mi mente inicio a reproducir aquel sueño, a veces creía que simplemente era de otro lugar, ¿pero de dónde? No tenía tiempo para seguir pensando, así que solo me levante de la cama y caminé hasta la ventana, abriendo las cortinas, dejando que aquella luz entrará, pronto amanecerá.
Mi cuerpo cansado debido a lo poco que pude descansar, mis manos aun se aferraban a las cortinas, mientras observaba las hojas caer, mi temporada favorita ya estaba aquí, otoño... lo que solo significaba una cosa, pronto iniciarían las lluvias en la ciudad, así que debía prepararme para este largo mes y medio.
Me di la vuelta para regresar a la cama, era Domingo, así que no tenia clases. Desayunar no era opción, luego prepararía algo para comer, ahora solo quiero dormir, mi cuerpo lo pide a gritos.
Me lancé sobre la cama de frente, mi cuerpo hundiéndose en esta, amaba esa sensación, pero no podía quedarme en esa posición, así que solo me acomode en la cama, cubriéndome con las sábanas, mi cuerpo respondía al cansancio, hasta que mi teléfono encendió. Lo mire, pero no le preste atención, pero luego pensé que sería algo importante, normalmente nadie me escribía los domingos, solo si es importante, así que estire mi mano para tomar el teléfono el cual se encontraba en la mesita de noche. Solo pude ver un mensaje de un número desconocido, entre al chat solo para darme cuenta que no era nadie conocido.
MENSAJE
"Hola, ¿Estás allí?"
Lo correcto sería responder, no? Pero eso no fue lo que hice, ignore el mensaje y deje el teléfono a un lado en la cama, volví a acomodarme en la cama y cerré los ojos.
–Por favor, no vuelvas..
Dije, no quería ver a ese chico en mi sueño otra vez..