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Spreen discutió con sus padres y la prueba de ello es ahora su mano vendada, que observa fijamente mientras está parado frente a la puerta del salón de música. Una melodía suave, que reconoció proveniente de un violín, se llega a escuchar aun con la puerta cerrada, y Spreen no necesita abrirla para comprobar que se trata de Missa practicando alguna canción.

Sin Carrera, Spreen se encuentra completamente solo en estos momentos, así que, incómodo con la idea de ir al patio, donde seguramente todos los estudiantes le echarían un ojo encima por la curiosidad de verlo solo, decidió ir al aula de música, sabiendo que el muy conocido genio de la música, Missa, estaría ahí y que sin problema le dejaría quedarse.

Sí, exacto, Missa, siendo un omega amable pero solitario, que adora la música tanto como para que todas las horas de receso se encuentre en el aula tocando algún instrumento, sin problema le permitiría hacerle compañía.

Pero Spreen no cree que sea así.

Siente que, en el fondo, el chico lo echará de ahí, que teme quedarse solo en un aula junto a él, a pesar de que ya lo conoce desde hace un buen tiempo como para considerarlo amigo e invitarlo a su próxima fiesta de cumpleaños.

¿Pero por qué?

Porque es un alfa, eso es.

Spreen, aún observando su muñeca vendada, se pregunta de dónde nació aquel miedo. Así mismo, desde ayer, le daba completamente igual el que fuera un alfa, desde ayer, era algo que no le importaba; entonces, ¿por qué ahora teme tanto de sí mismo?

"Le atacarás".

—Mierda... —, suelta, irritado, aun escuchando la melodía tranquila del violín emitida desde dentro del aula. Casi puede ver a través de la puerta, aún cerrada, cómo Missa está concentrado tocando con completa agilidad y tranquilidad.

Tranquilidad.

¿Si entra, perturbará la tranquilidad del omega?

Spreen chista los dientes, se aleja de la puerta y se sienta justo al lado, con la espalda apoyada en la pared y con la cabeza gacha. Se siente fuera de sí; él no suele evitar a la gente, pero hoy tiene la necesidad de alejarse no solo de la gente, sino específicamente de los omegas.

Todo lo que sucedió ayer con Carrera y Quackity logró hacer que no quisiera estar cerca de cualquier omega, y luego de la discusión que tuvo con sus padres esta mañana, llegó a la conclusión de que era mejor estar apartado por el momento.

Spreen posa su mano vendada sobre su cara y luego la aparta para verla fijamente.

Bueno, ahora que lo piensa, no fue precisamente una discusión, sino él haciendo una pataleta y gritando, porque según él, algo estaba mal consigo mismo, mientras que sus padres lo observaban con expresiones severas y explicaban con tono serio que se equivocaba.

—Nada está mal contigo, Spreen —, le aseguró su padre alfa con tono serio.

—¿¡Entonces dime por qué no reaccioné a esa estampida de feromonas?! —, reclamó enseguida el adolescente, observando cómo sus padres se miran mutuamente por un segundo, intentando hallar la respuesta a eso. —¡No los ataqué!, ¿¡Eso no es prueba suficiente para hacerme un examen hormonal?! ¡Soy un alfa defectuoso!

—No, no lo eres, Spreen —, ahora fue el turno de su padre omega de hablar. —Y eso no es suficiente para realizarte un examen tan pesado y complicado como ese, hijo...

—¡¿Ah no?!, ¡Entonces díganme por qué no actué como un alfa, no me siento como un alfa, me dicen que debo reaccionar, que en vez de preocuparme por mi amigo debería alejarme de él! Entonces, ¡¿Qué está mal?!

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⏰ Última actualización: Oct 27 ⏰

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