Querida hija,
Te preguntarás cómo fue que tu papá y yo terminamos juntos, especialmente después de que él me había rechazado. Bueno, todo comenzó de una manera inesperada cuando nos reencontramos para trabajar juntos.
Era un día soleado cuando recibí una llamada de mi antiguo profesor de cosmetología. "Allison," dijo con entusiasmo, "quiero que trabajes en un proyecto especial. Rolando estará contigo."
Al escuchar su nombre, un escalofrío recorrió mi espalda. Rolando. El chico que había capturado mi atención años atrás, y que había dejado mi corazón roto. Había tratado de olvidarlo, pero su nombre resonaba en mi mente como un eco del pasado.
Cuando llegué al lugar de trabajo, el ambiente estaba lleno de energía y risas. Pero en mi interior, la ansiedad crecía. ¿Y si me reconocía? Me había reinventado, pero aún llevaba el miedo de que Rolando, quien ahora solo conocía a Allison, descubriera mi secreto.
Al verlo entrar, mi corazón dio un vuelco. Su sonrisa seguía siendo esa mezcla de seguridad y atractivo que me había fascinado en el instituto. Pero él no me miraba como a alguien del pasado, y eso me dio un atisbo de esperanza. "Hola, soy Rolando," dijo, extendiendo su mano.
"Hola, soy Allison," respondí, notando cómo mi voz temblaba ligeramente. Aquel simple saludo encendió viejas memorias, pero su mirada no mostraba ninguna señal de reconocimiento. Por un lado, eso me aliviaba, pero por otro, el temor se enredaba en mis pensamientos.
A medida que trabajábamos juntos, la química era innegable. Las risas, las miradas furtivas, todo me hacía recordar por qué me había enamorado de él. Sin embargo, la idea de que pudiera recordar a Nicolás y lo que había sucedido en el pasado me aterrorizaba.
Un día, mientras tomábamos un café, Rolando se acercó con una sonrisa genuina. "Allison, realmente disfruto trabajar contigo. Hay algo especial entre nosotros," me confesó, y mi corazón se detuvo por un instante.
Traté de mantener la calma, sabiendo que debía seguir ocultando mi identidad. "Sí, es genial trabajar juntos," respondí, esforzándome por sonar casual, aunque dentro de mí había un torbellino de emociones.
Con el paso de los días, su interés en mí se volvió más evidente. Cada vez que me miraba, sentía un fuego que ardía dentro de mí, y aunque mi corazón se llenaba de alegría, también de miedo. ¿Y si un día, en un momento de sinceridad, decidía revelarle quién era realmente?
Mientras nuestra conexión se profundizaba, la sombra de mi antiguo yo se cernía sobre mí. Quería gritarle que había sido Nicolás, el chico que había intentado conquistar su corazón, pero el temor a perderlo era demasiado grande. No estaba lista para arriesgar lo que habíamos comenzado a construir.
A veces, cuando nuestros ojos se encontraban, me preguntaba si había alguna chispa de reconocimiento en su mirada. Pero decidí que debía seguir adelante sin revelar mi secreto. Había encontrado una nueva vida como Allison, y aunque mi pasado me perseguía, estaba decidida a construir un futuro lleno de amor.
Y así, en medio de la confusión y el temor, descubrí que el amor tiene formas misteriosas de florecer. Quizás el destino había decidido darnos una segunda oportunidad, y aunque mi historia estaba llena de secretos, lo que realmente importaba era el presente.
Así es como, a pesar de los rechazos y las heridas del pasado, tu papá y yo encontramos nuestro camino de regreso el uno al otro. El amor a veces necesita tiempo y espacio para crecer, y lo más importante es vivir en el presente, sin dejar que el pasado defina nuestro futuro.
Mientras disfrutaba de una taza de café, tu padre, Rolando, me sorprendió al comprarme una tarta de chocolate. "Ha sido un día agotador," me decía, mirándome con esos lindos ojos que siempre me hacían sentir nerviosa.
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Mi Pequeño Secreto
RomanceHace años, Nicolás solo quería ser aceptado. Rolando, el chico más popular del instituto, era su amor imposible. ¿El problema? Rolando lo rechazó sin dudarlo. 💔 Pero los años han pasado. Ahora, Nicolás es Allison, una mujer fuerte y exitosa que dej...