Anya y Merlín

Merlín y el Encanto de los Bosques

Merlín, el poderoso mago, se encontraba vagando por los bosques encantado de Brocelianda cuando se encontró con Anya, una joven de cabellos oscuros y ojos brillantes como las estrellas. La conocía como Zapatos Rojos, por sus peculiares zapatos que brillaban con la luz de la luna.
Anya, con su corazón puro y su espíritu libre, había cautivado el corazón de Merlín. Sin embargo, ella estaba destinada a un destino trágico: una madrastra malvada que la envidiaba por su belleza y deseaba eliminarla.
Merlín, movido por su amor, decidió proteger a Anya. Utilizando sus poderes mágicos, creó un encantamiento que la ocultaría del mundo, transformándola en un pequeño pájaro de colores vibrantes. En esta forma, Anya podría vivir libre en los bosques, lejos del alcance de su madrastra.
Sin embargo, el corazón de Merlín se partía al no poder estar a su lado. Decidió construir una pequeña cabaña en lo profundo del bosque, cerca de donde Anya solía jugar. Allí, cada noche, se transformaba en un búho y volaba para cantarle dulces melodías, recordándole que siempre estaría a su lado.
Con el tiempo, Anya creció y se convirtió en una mujer hermosa y sabia, rodeada de los animales del bosque. Merlín, viendo su felicidad, decidió revelarle su identidad. Bajo la luz de la luna llena, se transformó en su forma humana y le confesó su amor.
Anya, conmovida por su lealtad y devoción, correspondió a sus sentimientos. Juntos, vivieron felices en el bosque encantado, rodeados de magia y amor. Merlín, el poderoso mago, había encontrado su verdadero hechizo: el amor de una mujer sencilla y pura.