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Capitulo siete

— Hola, mamá. Si ya llegó el paquete que dijiste. — dije por teléfono mientras llevaba la caja a la sala.

— Bien, adentro hay dos bolsas, la azul es tuya y la roja de Shadow, espero les guste sus regalos.

Saque las bolsas y sonreí al ver que estás pesaban un poco.

— Gracias mamá, ¿Pero que hago con los papeles que dijiste?

— Déjalos en mi habitación, colócalos en mi escritorio para que no le pasen nada, ¿Si?

— De acuerdo.. — hablamos un poco más y ella corto. — ¡Shadow, regalos de mamá! — grité tomando los papeles y me dirigía a la habitación de mamá.

Me acerqué a su escritorio y guarde los papeles en la gaveta, me sorprendí al ver un sobre Manila cerca de los plumones, lo tome con curiosidad aprovechando que mamá no estaba para verme.

— ¿Desde cuándo mamá recibe papeles del gobierno de Green Gil? — dije viendo las estampillas y los códigos, el sobre estaba abierto. — No debo hacerlo. La curiosidad mató al gato.

Pero murió sabiendo.

Tienes un punto conciencia. Saque los papeles del sobre y vi el contenido.

— ¿Papeles de adopción..? — leí desconcertado, estaba por buscar nombres hasta que..

— ¿Que haces? — pegué un pequeño salto en mi lugar soltando los papeles.

— Shadow, nada ¿Tú que haces?

— ¿Por que estás aquí..?

— Nada, solo dejaba unos papeles. — reí nervioso, metí los papeles en el sobre y lo deje donde estaban. — Vamos, mamá nos envío regalos.

Salí de la habitación esperando que esté me siguiera, pero solo veía el interior de la habitación.

— ¿Shadow..? — el volteó a verme y se dirigió a la sala.

— ¿Donde están las cosas?

— Ah.. aquí. — le entregué su regalo.

Ambos lo abrimos al mismo tiempo, mi alegría se deshizo al ver el contenido.

— Otra loción.. — dijimos mi hermano y yo en unísono.

— Igual que todos los años desde que murió papá.. — suspiré sentándome en el sofá.

Hubo un momento de silencio donde solo me limité a ver el techo.

— ¿De verdad lo extrañas? — me reincorpore y Shadow se sentó a mi lado. — A el..

— Si, bueno.. era nuestro padre. — el negó.

— Era solo tuyo.. yo jamás le agrade.

— ¿Como puedes decir eso? Si al final no sabemos porque pasó lo que pasó, pero el te amaba. Lo que sea por lo que discutieron ese día seguro no signico nada.

— Ese día.. — volteó a verme, sus ojos rubí estaban apagados, los que normalmente son brillantes como un rubí ahora son oscuros, tanto que podrías perderte en el vacío, sin embargo su mirada me pone algo tenso, mis manos sudan de una forma extraña y por primera vez, me siento raro el tenerlo cerca y necesitado alejarme de el por pena, ¿Pena de que? eso no lo se. — Aún recuerdas ese día. — continuó.

— Solo me hubiera gustado saber que pasó con exactitud.. — dije para acercarme más a el. — Extraño a mi hermano, desde esa discusión lo perdí, si tan solo pudieras decirme que paso..

— ¿Recuperarías a tu hermano... O solo lo distancia rías más? — sus ojos se fijaron en mis labios.

— Nunca he deseado tenerte lejos, nada en el mundo lograría alejarme de ti.